Los hijos de Alberto y Charlene de Mónaco dieron muestras públicamente de cuánto extrañan a su madre. El Día Nacional de Mónaco se asomaron al balcón del palacio, acompañados de su padre, con carteles con mensajes dedicados a su madre.
Ahora volvieron a mostrarse públicamente para un evento especial. Gabriella y Jacques participó en la plantación de un árbol de Jacarandá de Sudáfrica, en honor a la Princesa Charlene, con motivo de los 100 años de la organización Soroptimist International. Esta organización defiende los derechos de las niñas y las mujeres y promueve la igualdad entre hombres y mujeres en muchos países.
Pero nuevamente se les vio la mirada triste. Han sido muchos los meses, de febrero a noviembre, que la princesa Charlene de Mónaco ha estado fuera de casa: un serio problema de salud la mantuvo alejada, en Sudáfrica. Ahora que volvió a Mónaco, tuvo que ser internada para poder recuperarse mental y emocionalmente. Y esta situación afecta muy especialmente a sus hijos.
Alberto contó que "podemos ir a verla algún día. Los niños la extrañan, por supuesto, lo comprenden. Los niños de esa edad comprenden". Sin mamá en el Principado, la vida de Jacques y Gabriella es muy dura. Ella no pudo estar en su vuelta al cole, ni durante sus vacaciones, ni en todas las veces que se les ha visto acompañar al príncipe Alberto en algún acto o viaje institucional. Sienten la distancia que más duele, la de la falta de una mamá que los acompañe y los contenga cuando más la necesitan.
