El pasado viernes nació la hija de los duques de Sussex y decidieron llamarla Lilibet Diana, en honor a su bisabuela, la reina Isabel; y a su fallecida abuela, la princesa Diana. Pero además, el nombre elegido por Meghan Markle y el príncipe Harry tiene una conexión con su prima, la princesa Charlotte.
La hija de Kate y Guillermo
La pequeña Lili comparte nombre con su prima Charlotte de Cambridge. La única hija del príncipe Guillermo y Kate Middleton nació el 2 de mayo de 2015 y decidieron llamarla Charlotte Elizabeth Diana, rindiendo homenaje a su abuela y a su madre. Parece que Harry quiso seguir los pasos de su hermano y es por ello que ha decidido que sus hijas tengan esta unión tan bonita por el resto de sus vidas.
Hay que recordar que Charlotte y Lili no son las únicas, ya que muchas de las hijas, nietas y bisnietas de la Reina llevan Elizabeth como segundo nombre. Es el caso de su propia hija, la princesa Ana, cuyo nombre completo es Anne Elizabeth Alice Louise. Entre sus nietas, hay que mencionar a Zara Anne Elizabeth Tindall, quien a su vez eligió llamar a su segunda hija Lena Elizabeth.
Los nombres de la realeza
El príncipe Andrés y Sarah Ferguson pusieron a su primogénita Beatrice Elizabeth Mary, mientras que el príncipe Eduardo y la Condesa de Wessex eligieron para su hija Lady Louise Alice Elizabeth Mary. Por su parte, Peter Phillips, otro de los nietos de Isabel II, y su exmujer Autumn Kelly también decidieron llamar a su segunda hija Isla Elizabeth.
Los duques de Sussex emocionaron a todos con la elección del nombre de su segunda hija, sin embargo, parece que el nombre de Lili rondaba la cabeza del príncipe Harry desde hace tiempo. En 2019, cuando Meghan estaba embarazada de su primer hijo, Archie, visitaron juntos Birkenhead, en el condado de Merseyside, donde estuvieron hablando unos minutos con un grupo de jóvenes estudiantes.
En ese momento, Harry mostró mucho interés en una niña que se llamaba así y le preguntó a su madre cómo deletreaba el nombre de su hija, que está inspirado en las flores. En ese mismo acto, Meghan habló una niña de siete años que luego dijo a los periodistas: "Le pregunté si llamaría a su bebé Amy si tuviera una niña y me dijo: 'Es un nombre muy bonito, me gusta. Pensaremos en ello'", aunque finalmente quedó descartado.