1992 fue el año en el que un Ariel Rodríguez Palacios de 25 años esperó en el altar a quien sería su compañera las tres décadas siguientes, Valeria.
A su lado no solo formó la familia numerosa que encabeza (son padres de Gaspar, Felipe, Máximo y Lourdes) sino que contó con la compañera ideal para bancarlo en sus largas jornadas laborales no solo cocinando, sino haciendo carrera en la televisión.
Hoy está al frente de uno de los programas de la mañana de Telefe, Ariel en su salsa, donde con el estilo que lo caracteriza cocina mientras enseña a la audiencia y tira todos los tips necesarios para que todo salga de maravillas a quien lo quiera intentar en su casa.
Valeria, por su parte, porta un muy bajo perfil: no tiene redes sociales, aunque se torna "famosa" cuando su marido la menciona con alguna excusa durante alguna transmisión. Una anécdota que alguna vez el cocinero narró al aire la coloca bien lejos de la cocina, el ambiente donde él se mueve como pez en el agua. Al parecer tenía que hacer un pollo al horno, pero una omisión hizo que el plato fuera incomible: le dejó la bolsa plástica que contiene los menudos en el interior.
Quien sigue, firme, los pasos de Ariel en la cocina es su hijo Felipe, quien lo acompañó en el ciclo que conducía antes en El Nueve y también lo hace ahora. “Estoy agradecido con la vida. Trabajar con Felipe es parte de la vida. Él es un chico fácil que entiende el juego y hasta se divierte con el ida y vuelta. Tenemos, de alguna manera, una muy buena vinculación”, comentó antes de comenzar con su nuevo ciclo.