Natalia Oreiro y Ricardo Mollo conforman una de las parejas más estables y queridas del ambiente local. Respetados cada uno en su profesión son, además, artistas de larga trayectoria que han triunfado no sólo en Argentina sino también en el mundo.
Cabe recordar que Oreiro es una de las artistas argentinas extranjeras más exitosas de Rusia, donde la adoran. Y en nuestro país, tiene una larga trayectoria como actriz de telenovelas. En el caso de Mollo, es el líder de Divididos, banda de rock que nació de la disolución de la histórica Sumo, hace ya más de tres décadas.
Ahora bien, ¿cómo se conocieron Mollo y Natalia, que provenían de ámbitos tan disímiles como el mundo del rock y la televisión? La respuestas es en una clase de yoga. Hace 20 años, en 2001, ambos estaban asistiendo a un centro de esta disciplina hindú y allí se vieron por primera vez. Ella tenía 23 años y él 43.
Según relató Natalia en más de una oportunidad, fue ella quien se enamoró primero y pasó un tiempo hasta que él la mirara con otros ojos. Primero amigos, la relación se fue afianzando con consejos y charlas. “Yo me lo levanto a él (…). Me llevó dos meses convencerlo", recordó la actriz, que venía de terminar una relación de varios años con el actor Pablo Echarri.
"Cuando yo empecé a salir con él no sabía que era el cantante de Divididos, después de que empezamos a frecuentarnos sí supe, pero al principio no. Yo no escuchaba Divididos, entonces no le tenía la cara al cantante. ¡Soy un desastre!”, contó Natalia.
La actriz y cantante también relató que en una oportunidad hizo una cena para unos amigos en la que Ricardo estaba invitado. “Me pasé todo el día cocinando y cuando estuve a punto sacar la lasaña del horno me dice: ‘Me tengo que ir’”, recordó.
Finalmente, la cantante recordó que el músico se fue de viaje pero regresó a la semana a buscarla, ya que se había dado cuenta lo que sentía por ella. Pocos meses despúes, en enero de 2002, se casaron en secreto en una localidad ubicada a 400 kilómetros de Recife, en Brasil.
“Me casé con un hombre increíble y yo estaba y estoy muy enamorada. No fue secreto, fue de a dos. Es persona luminosa, creo que es la persona que más cree en mí, incluso más que yo; él me motiva mucho a superarme”, declaró por esos días la intérprete de la novela Muñeca Brava.
Una década después y cuando los seguidores de la pareja pensaban que no tendrían hijos propios -Ricardo tiene dos hijas de su primer matrimonio-, llegó Merlín Atahualpa. El pequeño nació el 26 de enero de 2012 en el sanatorio de Los Arcos, en CABA.
Invitada a Morfi, todos la mes, hace un tiempo la cantante declaró: "Mi marido me escucha, no le queda otra" y aprovechó para contar una divertida anécdota. "Me van a matar los fans. Mi marido se la banca más que los fans y el público. 'La piba es sorda', ja. Yo cuando empecé a salir con él no sabía que era el cantante de Divididos. Cuando nos hicimos amigos, cuando empezamos a salir sí supe", recordó.
También reconoció que la enamoró su parte sensible, cuando se conocieron en las clases de yoga. "Nosotros nos hicimos muy amigos ahí, yo lo miraba a él como diciendo '¡dale!'. Me miraba, me cuidaba un montón en la clase, por eso también me enamoró. Su parte sensible fue lo que me mató. Pero ahí ya sí sabía que cantaba y todo".
Y aclaró que no lo había reconocido porque no "lo tenía de cara al cantante". "Cuando dije que no lo reconocí me refería a que yo escuchaba Divididos, pero no le tenía la cara al cantante. Soy un desastre. Igual, soy re fana de Divididos", aclaró.
En agosto de 2020, cuando Ricardo cumplió 63 años, Natalia le dedicó una bellas palabras en su cuenta de Instagram. “Feliz vuelta al sol a mi persona favorita”, escribió junto al posteo de tres imágenes inéditas de la pareja donde se lo ve muy enamorados.
Más información en parati.com.ar