Ángela Leiva tiene una presencia envidiable delante de la cámara. Incluso anoche, enfundada en el traje de Lala, la mamut en Quién es la Máscara (Telefe), hizo estremecer a la conductora, Natalia Oreiro y los investigadores del ciclo: Wanda Nara, Karina La Princesita y Roberto Moldavsky.
Su versión de Unstoppable (el hit de Sia) fue muy aplaudido por el público y su actuación, catalogada como "la mejor que vimos hasta ahora", según Moldavsky. La curiosidad del público por saber qué talento se encontraba debajo del disfraz pudo más y quedó sentenciada para revelar su identidad, lo que terminó sucediendo al final del programa.
Mientras todos en el piso coreaban: "¡Quién es la máscara!" una y otra vez, la conductora ayudó a la participante a revelar su identidad. El público ovacionó a una Ángela sonriente y desenfadada, que contó las vicisitudes de mantener en secreto a sus más íntimos su participación en el programa.
Ángela Leiva le hizo frente a su timidez para animarse a cantar
Para que Ángela Leiva fuera así y se desenvolviera de esa manera, pasó mucho. Y además tuvo que superar un fuerte obstáculo: su timidez. Ella misma contó a Para Ti que no podía cantar frente al público.
"Canto desde que tengo uso de razón, cantaba con la radio, en la casa. Pero fue en séptimo grado del colegio cuando de algún modo canté por primera vez frente a un público gracias a una profe de Ciencias Sociales. Mi curso era revoltoso y ella era profe de música en otro colegio. Negoció con nosotros y nos dijo que si nos portábamos bien, nos daría una hora de Sociales y la otra hora de música", recordó Ángela.
Color Esperanza fue la primera canción que Ángela cantó frente a un público: tenía 12 años
Y relató que "se le ocurrió armar un coro para un acto escolar y cuando preguntó si alguien cantaba mis compañeros dijeron: “Leiva”. Yo siempre fui muy tímida y estaba escondida bien atrás. Canté “Color Esperanza” y terminé siendo la solista de ese coro muy amateur del colegio. ¡Imaginate la vergüenza que tenía!", expresó.
Y siguió contando cómo fueron sus inicios: "Después de eso, me descubrió el barrio. Era “Ángela o Angie, la que canta”. Me crié en zona Sur en el barrio San José. Comencé a relacionarme con algunos chicos que hacían música de la Capilla Caacupé que fue mi primer escenario. La recuerdo con muchísimo amor, se armaban peñas y yo siempre cantaba. ¡Era como la estrella de la capilla en las fiestas patronales!"
Alrededor de sus quince años, Angela llegó a formar parte de una banda que se llamó “Angie y los fieles”. Los integrantes de la banda que originalmente se llamaban “Los fieles” supieron de su voz, la invitaron a cantar y no la dejaron ir más. Tocaron en fiestas y eventos durante 3 años.
"Cantábamos covers de Gilda, de Dalila y de Karina", recuerda con alegría. Si bien la banda se disolvió por "cuestiones de la vida, obligaciones de los integrantes con sus familias, otros trabajos", Angela ya sabía que su destino era la música a pesar de tu timidez.
Es insólito cómo comenzó su carrera profesional: "Con mi mamá ganamos un concurso en un programa de radio de música tropical. Había que llamar para adivinar una canción de cumbia de las de antes que sonaba y mi mamá las sabía todas porque le encantaba la cumbia. Llamé y ganamos. Antes de colgar, me ocurrió decirle al conductor que se la cantaba si él quería. El día que fuimos a buscar las entradas me pidieron que cantara otra vez. Al tiempo surgió un concurso de canto: “Pasión Canta”. Con mi timidez no me animaba a presentarme pero mis amigos insistieron. Quedé en el casting , pasé todo el proceso y lo gané. Desde “Pasión” comenzó, se puede decir, mi carrera profesional y la gente me comenzó a conocer como “Angela Leiva”".
Vencer la timidez: su enemigo
Ángela reconoce que la timidez fue su propio enemigo. "Sos vos boicoteándote. Yo era muy insegura. Sentía que tenía muchos defectos. Me comparaba con el resto y en la adolescencia siempre es mejor que uno. ¡Imaginate lo que era para mí subir a un escenario, presentarme a un concurso sintiéndome así! ¡Ni mis viejos lo podían creer!. Vencí a la timidez andando. Me empecé a aceptar como era".
Y cuenta una anécdota que refleja su manera de ser: "De chica mis viejos no pudieron llevarme al dentista porque siempre fuimos una familia humilde y mi sonrisa realmente me acomplejaba. Cuando empecé a ganar un poquito de plata me puse brackets. Los usé por años y hoy sonrío con ganas. ¡Antes me tapaba la boca para sonreír!, ¡Hasta en eso me afectaba mi autoestima! Durante muchos años le puse garra, no me gustaba mirarme en fotos", rememora.
Su historia hoy es otra, convocada para formar parte de una de las apuestas más fuertes de este año para el Prime Time de Telefe, junto a grandes figuras, donde ella ya es una más.
