No podía ser de otra manera. La noche del miércoles, París aplaudió de pie la colección de alta costura que presentó Pierpaolo Piccioli. Desde la primera fila las invitadas Vip´s acompañaron a Valentino quien al final del desfile recibió un emotivo homenaje de sus costureras.
El miércoles fue el cuarto y último día de los desfiles de Alta Costura de París Fashion Week. Y el broche de oro estuvo a cargo de Valentino, que superó todas las expectativas.
Pierpaolo Piccioli nos tiene acostumbrados a sus espectaculares diseños de haute couture, sin embargo el desfile del miércoles fue supremo.
Con el sonido encantador del soul, las modelos comenzaron a caminar la pasarela. Géneros excéntricos, opulencia, tocados “faraónicos”… La puesta en escena fue magnífica.
En el front row, junto a Valentino, Gwyneth Paltrow, Céline Dion y Naomi Campbell observaban maravilladas los looks.
Céline Dion, sentada al lado de Christian Louboutin, llevaba un vestido de cuello vuelto con plumas de Valentino combinado con sandalias de Sophia Webster.
Gwyneth Paltrow eligió un espectacular vestido plisado de vertiginoso escote en V y cinturón dorado de cadena. Mientras que Heidi Klum lució un maxivestido con estampa floral de la firma.
Naomi Campbell llevó un Valentino bien colorido. Natalia Vodianova ha elegido un vestido rosa con falda plisada de Valentino. Y Olivia Palermo ha sorprendido con una remera oversize combinada con falda midi de encaje negra.
Diseños bordados con flores amarillas, combinaciones naranja con lila, turquesa profundo y pálido, y un abrigo rosa de sastrería con pantalones verde pistacho, llenaron la pasarela de colores.
La actriz Lauren Hutton hizo su aparición en la pasarela y el público la ovacionó. Desfiló un vestido de seda color lima y un abrigo de color avena con solapa incrustada.
El mejor momento de la noche fue cuando Pierpaolo Piccioli invitó a todo el equipo de costureras a la pasarela para homenajear a Valentino Garavani. Una a una, el creador de la marca saludó con un beso a sus empleadas. Piccioli subió a todo su taller a la pasarela. Fue emotivo y sublime: el público aplaudió de pie y Valentino lloró.