En 2020 cambió todo y las formas en las que las marcas presentan sus colecciones también. Menos desfiles, más realidad virtual, menos desperdicio y más sustentabilidad. Apuntes de la moda post coronavirus.
Los cambios que el mundo de la moda (y sus designers) venían pidiendo a gritos se empiezan a hacer realidad.
El distanciamiento social, la cuarentena y el parate de viajes hicieron que el mundo de los designers, retailers y modelos cambiaran por completo. Un nuevo tipo de moda llegó para quedarse.
La avanzada de los desfiles virtuales
De esta manera, talentos digitales como Catty Taylor y Leanne Elliott Young (con su Institute of Digital Fashion) se convirtieron en los más buscados pensando ya en las temporadas SS21, sus lookbooks y cortos.
El universo del 3D se abre como la solución creativa a muchos de sus problemas. La mejor alternativa a días de de la temporada alta: septiembre.
Desde Londres, Leanne Elliott Young comentó: “Sentíamos que algo necesitaba cambiar en el mundo de la moda. Hay mucho por explorar”.
Advirtió que lo suyo no es rápido: “Piensan que nos pueden dar algunos bocetos y en una semana la colección completa va a estar lista, pero es mucho más que eso”, explicó.
Así, creativas como Catty y Leanne comienzan a abrirle los ojos a los empresarios de la moda. La tecnología resuelve, pero lleva trabajo. Y justamente eso aplica a lo que la pandemia obligó a que los designers hicieran: planear, crear y tomarse su tiempo.
Desde Burberry a Balenciaga, la moda se presenta en 3D
Para las artistas del Institute of Digital Fashion digitalizar las colecciones democratizar la moda. Al hacer los looksbooks digitales, las personas se podrían “probar” las cosas de manera de, al mismo tiempo reducir el desperdicio. Haciendo una moda sustentable. Apuntan a la ropa hecha a pedido.
Las opciones son múltiples, la artista digital Catty Taylor ya había trabajado en el pasado para Balenciaga y para con diseños 3D para Off-White de Virgil Abloh.
Ella y otros artistas digitales planean subir la apuesta con diseños en 3D o con la llamada AR (Realidad Aumentada) con modelos virtuales vistas en espacios reales -caso como al jugar al Pokemon Go- en una manera de cambiarle el formato a las Fashion Weeks.
De esta manera se evitaría el desperdicio de insumos y se ahorraría tiempo con presentaciones virtuales e interactivas. Semanas de la moda alternativas.
Son posibles: con sus videos, playlists y podcasts, Londres fue la primera semana de a la moda en plataforma online. París, con su semana de Alta Costura fue la segunda con Chanel, Dior y Valentino luciéndose mediante cortos.
El futuro de la moda: mix de realidad virtual
Y no solo se trata de desfiles y de colecciones -Burberry con su propuesta en AR (realidad argumentada) en febrero y Prada en junio presentando su colección mediante realidad virtual (VR) y ofreciendo experiencias, YouTube lo demostraron.
Las tapas de las revistas también sufren por la ausencia de presencias reales. Así fue como publicaciones como Vogue Italia (tras su publicación en pleno pico de coronavirus) comenzaron a apelar al mundo digital.
Con editoriales y hasta tapas con modelos que bien podrían ser S1m0ne en el film con Al Pacino (2002).
Se trata de la necesidad de la industria de la moda de adaptarse a nuevas soluciones para sacar adelante lo que veremos por las calles.
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