Está claro que el dormitorio es uno de los ambientes más importantes de la casa. Sin embargo, al tratarse de un espacio tan íntimo y privado, muchas veces pasa a estar en un segundo plano y solo nos ocupamos de decorar y dejar lindos otros espacios que están más a la vista. Pero sea el ambiente que sea, los cambios son una parte necesaria de la decoración.
Por eso hicimos una selección con algunas propuestas que hacen realidad el sueño de transformar tu cuarto de una manera fácil, rápida y por pocos pesos. ¡No hay excusas!
Pintá la pared cabecera
La pared sobre la que se respalda la cama en el dormitorio es siempre la que se lleva todas las miradas al entrar al cuarto. Por eso una buena opción es pintarla con un nuevo color. Podés elegir alguna tonalidad neutra y relajante, como blanco hueso, beige, gris piedra, arena, verde suave...
Unas cortinas nuevas
El poder de transformación que tienen unas buenas cortinas es increíble. Siempre se recomienda colocar el barral cerca del techo para estilizar el espacio y apostar por telas blancas y finas para permitir el paso de la luz natural sin perder intimidad.
Las cortinas de arrastre siguen siendo tendencia y una excelente alternativa para darle un nuevo look al dormitorio.
Renová la funda de los almohadones
Este pequeño detalle tiene un poder transformador increíble. Lo mejor de todo, es que no necesitás comprar nuevos almohadones, con comprar fundas nuevas es más que suficiente. Podés elegir diseños estampados, lisos de diferentes tonalidades, etc. La clave está en encontrar un lindo equilibrio con la ropa de cama y el resto del espacio.
Ropa de cama nueva
Un acolchado nuevo que vaya a tono con la deco del espacio y con los almohadones + una manta de punto XXL o de gasa como pie de cama, nunca falla. El mercado actual ofrece un amplio abanico de opciones en cuanto a diseños y precios, por lo que hay para todos los gustos y bolsillos.
Sumá estantes de apoyo en la cabecera
Los estantes son grandes aliados para realzar la cabecera y, de paso, sumar otra superficie de apoyo. En ese sentido, según el diseño y el espacio de tu cuarto podés optar por algunos estantes sueltos a cada lado de la cama o uno largo de pared a pared sobre el que pueden convivir cuadros, fotos y libros.