Porque la industria de la moda (y sus consumidores) están cada vez más atentos a la sustentabilidad, el exceso de perchas plásticas está en la mira. El debate ya empezó. Las perchas, ¿son las nuevas pajitas?
Porque cuando hablamos de sustentabilidad los cambios van de a poco, ¡pero van! Nuevos puntos de vista llaman la atención de los consumidores.
Cambios de hábitos que hace unos años nos hubieran parecido cotidianos: como fumar adentro de un avión o, el más fuerte de lo últimos tiempos (en especial en Argentina): desacostumbrarnos a pedir la clásica pajita plástica -sorbete o pitillo, como quieras llamarlo- a la hora de pedir tu bebida se hacen realidad.
Ahora la visión se amplía. Y en el mundo se empieza a ver detenidamente la cadena de consumo de la moda: una de las industrias más nocivas y contaminantes del medio ambiente. ¿A quien le apunta?
Las perchas de plástico, están en la mira.
Cuando la moda daña e incomoda
Se estima que millones y millones de perchas plásticas se desechan cada año. Basta el gesto: compramos una prenda que cuelga de una percha de plástico que tiramos ni bien llegamos a casa.
En la última London Fashion Week el diseñador francés Rouland Moret puso el tema en el candelero: presentó una colaboración con Arch & Hook cuya percha, Blue está compuesta en un 80% por plástico recuperado de ríos.
"Podes tener algo que se convierte tan circular -por el circuito de reciclaje- que nada es tirado en el mar", destacó Mouret. Cabe destacar que pocas campañas tuvieron tanta difusión como hablar de pajitas descartables y el daño que sus desechos pueden tener en tortugas en el mar.
Los holandeses Arch & Hook fueron más allá. Crearon un film -"Fashion's Dirty Little Secret"- donde hacen hincapié en el daño que la moda hace al no prestarle atención (o evitar prestarle atención) a estos detalles.
Ser o no ser...
Como toda primera vez, se entra en las mismas polémicas. ¿Qué daña más? Porque, como sucede con ítems como -por ejemplo- los zapatos veganos donde la opción más recurrente para evitar el cuero es justamente: ¡el plástico! (o bien materiales que no se consiguen en el país con la consiguiente huella de carbono)
Con las perchas se estaría hablando de reemplazar las clásicas de plástico que vemos todos los días por alambre o: madera.
Perchas de madera = árboles.
Usar menos parece la mejor opción. Así como parecen "descartables", los plásticos tienen DEMASIADA vida útil. Es por eso que una solución sería incorporar la idea del reciclado para dar pie para fabricar nuevos productos.
Pasó con las tapitas de plástico de las gaseosas y los sachets de leche (que desechamos limpios y secos). Se trata de reciclar: hacer de ellos recursos recuperables que, reprocesados, podrían convertirse en materia prima para otros productos. Aunque, en el caso de las perchas es complicado porque no suelen estar hechas de un mismo tipo de plástico... Es por eso que se aconseja:
¿Vas de compras? No te lleves a casa la percha plástica que viene con tu ropa. Déjala en la caja.
En Londres incluso comienzan a verse centros comerciales donde podés dejar perchas antes de salir.
¡Usá menos! Menos siempre es más.
Y, una vez que ya no les encuentres función: donalas. Que sean parte de un circuito.
Granitos de arena que hacen que la moda deje de lado su fama frívola y se comiencen a generar cambios.