Que una marca francesa decida abrir un local con la misma ropa que tiene en París en un país que transita la estación opuesta y acaba de superar una devaluación del 60 por ciento es llamativo. Cuando Zadig & Voltaire abrió su local en Paseo Alcorta, hace dos meses, nadie esperaba una devaluación tan rápida y significativa, lo cierto es que con sus remeras de algodón de 3.800 pesos argentinos y camperas de cuero bordadas a mano a más de treinta mil la marca francesa tuvo una excelente temporada: tanto que en medio del sale hay varios ítems de los que sólo quedan uno o dos.
La misma decisión de Zadig & Voltaire tomó unos meses antes Paule Ka, la marca del diseñador francés Serge Cajfinger, que en enero abrió su primera boutique en nuestro país en la Avenida Alvear. Más asociada a un público de lujo en el sentido tradicional, un blazer de verano bordado ronda los 30 mil pesos y una chaqueta tipo tweed, los 23 mil. La primera colección que llegó a Buenos Aires está plagada de prendas de media estación que va de los trajes a los vestidos de noche, pasando por carteras y accesorios.
SE VIENE. Por su parte, el 23 de julio el grupo Libson inaugura un primer local de la marca suiza de calzado y accesorios, Bally, en Latinoamérica, en Patio Bullrich. El grupo Libson es el mismo que en diciembre del año pasado trajo de vuelta a la marca Ermenegildo Zegna después de tres años de ausencia y aunque admiten que el cambio macroeconómico los impactó al punto de decidir dejar en pausa algún que otro proyecto (se sabe que la idea era traer también a Loewe), confían en que los resultados en el mediano plazo igual sean buenos.
En el caso de Bally también se respetarán las colecciones de la casa matriz, aunque se espera que los precios estén un 25 por ciento más arriba que en su lugar de origen por los costos impositivos de Argentina. “De todos modos, en general esa diferencia en el precio se compensa con los descuentos de tarjetas y las cuotas”, explica Anabella Weber, de Libson.
Hace tiempo que se hablaba de la vuelta de Louis Vuitton al país y hoy podemos decir que ya es un hecho (aunque todavía no haya anuncios oficiales). Lo cierto es que finalmente se confirmó que la marca del logo más famoso vuelve después de seis años y lo hará nada menos que con un pop up store en el mismo shopping, en el que además de las clásicas carteras, valijas y accesorios, se va a poder comprar la colección ready to wear.
Siguiendo el camino del lujo, también se sabe que Tom Ford desembarcará por primera vez con su línea de belleza, perfumes y make up, mientras que Prada tiene intenciones de empezar a comercializar sus fragancias.
No serán la cantidad de otra época, pero de a poquito las marcas de lujo vuelven a animarse a invertir y traer sus colecciones a nuestro país. Será cuestión de esperar a ver quién más dice presente.
Textos: Lucía Benegas ([email protected]) Fotos: Diego Soldini/ Gentileza Louis Vuitton, Bally y Tom Ford
