Cuando trabajaba como jefa de redacción, algunas acciones eran orgánicas, salían naturalmente. Poder conversar sobre lo que esperás del desempeño de alguien, sus puntos débiles, sus fortalezas, las reuniones de equipo improvisadas para resolver algún tema puntual, ese: "¿Chicos, nos juntamos-porfi-un segundito…?" o, la frase "¿Quién calienta el agua para el mate?", y tantas situaciones más que eran parte de trabajar en equipo de manera presencial y de ese de 10 a 18 que compartíamos a diario esperando todos el viernes que, no solo era el último día de la semana, sino que tenía un plus: la empresa nos dejaba ir a comer a todos juntos-a algún coqueto restaurante de Palermo Hollywood-y tomarnos unas largas dos horitas de almuerzo para fomentar que así, entre charlas y risas se afianzaran lazos y se propiciara ese buen clima del que las organizaciones, sin duda, sacan provecho y terminan siendo un ganamos todos.
En fin, liderar un grupo nunca es sencillo, pero desde la convivencia diaria al menos existe la cotidianeidad y, como se suele decir, "El roce hace al cariño". Es en ese encuentro diario donde una sonrisa, una palabra o un gesto pueden ser cruciales a la hora de motivar al grupo y tratar de que cada miembro dé lo mejor de sí.
Pero desde este 2020 todo cambió de manera radical y la pregunta que me hago es ¿cómo lograr la misma cercanía, la empatía y el mismo resultado ahora que mi equipo de trabajo es cien por ciento virtual? Donde somos casi la misma cantidad de miembros, entre 8 y 10 personas pero, a diferencia de esos viernes de sobremesa, hoy algunos jamás se vieron las caras.
Hablamos de liderazgo 3.0 con una asesora en psicología organizacional para Pymes y esto nos contó: "La importancia del liderazgo, hoy en día, es indiscutida. Es un tema tan amplio y tan interesante que continuamente aparecen nuevos descubrimientos y, a partir de ahí, nuevas teorías en relación al tema. Hay algunas palabras que, un poco a todos, se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en liderazgo. Motivación, eficacia, eficiencia, desempeño y clima laboral.
Yo, en lo personal, agregaría dos más que no siempre son tenidas en cuenta: escucha y acompañamiento. La función del líder es la de guiar, pero no la de guiar en función de sus propias necesidades, sino en función de lo que es mejor para el tipo de actividad que se va a desarrollar, y también de acuerdo a las necesidades y del momento del equipo. Por eso el tema de la escucha", afirma Karina Martinez, quien desde hace más de 15 años asesora a todo tipo de empresas y organizaciones en psicología laboral y, explica que una de las cosas más importantes a tener en cuenta, es que cada persona tiene su propio estilo de liderazgo.
No hay uno que sea mejor o peor que otro, sino que es necesario que el líder vaya adaptando su forma, en la medida de lo posible, de acuerdo al equipo con el que esté trabajando. No es lo mismo un grupo de personas, que recién comienza una nueva tarea que un equipo que lleva años trabajando juntos. Seguramente, en el primer caso, en un primer momento el seguimiento y el acompañamiento sean más necesarios. Es por eso que se habla de Liderazgo situacional.
Un líder que sea capaz de acompañar a su equipo teniendo en cuenta la situación que estén atravesando. Es cierto que, desde lo presencial, en las organizaciones se generaban espacios de encuentro informales y espontáneos que facilitaban el liderar y la consolidación de los equipos, pero la pandemia trajo acarreada la virtualidad.
Entonces la pregunta que muchos nos hacemos es ¿Cómo liderar en tiempos y espacios virtuales? "En principio es necesario una aclaración, no va a ser lo mismo una organización que ya venía trabajando desde antes con la modalidad virtual, de aquella que tuvo que empezar a implementarla de modo abrupto. A partir de esto, más que claves, a mí lo que se me ocurren son algunas sugerencias, que sirvan como disparador para que nos podamos interrogar acerca del Liderazgo 3.0, respetando la singularidad de cada líder, equipo y situación", afirma Martinez.
Comunicación efectiva
Es muy importante que el líder mantenga la comunicación, por los canales virtuales disponibles. Pero, ¡atención! Porque no siempre es necesario, vivir conectado a las videollamadas, mails, teleconferencias y demás porque esto termina siendo contraproducente y genera desgaste, tanto en el líder como en el equipo. Y esto es exactamente lo opuesto de lo que necesitamos.
Escucha
Estar más atento que nunca a las necesidades del grupo de trabajo. Si el trabajo virtual comenzó de manera abrupta como consecuencia de la pandemia, muy probablemente en el equipo empiecen a aparecer sentimientos de ansiedad, incertidumbre y de no saber qué hacer en esta nueva modalidad, que es necesario que el líder tenga en cuenta.
Reuniones grupales y virtuales
Últimamente escucho que se implementaron reuniones virtuales muy frecuentemente. De hecho, me resulta gracioso, ver algunos memes en relación al tema, donde dicen que se hacen reuniones para resolver algo que podría haber sido resuelto por mail. En este sentido entonces, surge la pregunta, ¿son importantes las reuniones?. Sí, absolutamente. Siempre y cuando éstas tengan un por y para qué y que esto se comunique claramente.
Las reuniones son buenísimas, más aún en épocas virtuales, porque nos proveen de ese espacio de encuentro necesario en todas las relaciones humanas, pero es importante tener un cuenta que, son un recurso del que no está bueno abusar. Otro dato esencial: está bueno pensar en reuniones programadas, con día y horario ya pactado. Inclusive en pensar en reuniones que tengan como objetivo compartir, y nada más, por ejemplo el desayuno del viernes.
Encuentros virtuales individuales
A veces, son mucho más efectivas las videollamadas con un solo miembro de mi equipo. Es decir, si yo sé que alguien necesita más de mi presencia como líder, está bueno usar el recurso de la videollamada con esa persona solamente.
Organizar y planificar
Esto es súper importante siempre, pero mucho más en la virtualidad. Es ncecesario tanto a nivel personal, como grupal, para poder ordenar el trabajo o la actividad que se requiera desarrollar. Y que la misma se ejecute del modo más ordenado, cómodo y eficiente posible.
Motivación:
Siempre es necesario motivar, a qué me refiero con motivar, a hacer que el otro realmente tenga ganas de hacer eso que está haciendo. Y no es igual para todos. En muchos casos, la motivación tiene que ver con el reconocimiento del trabajo, una idea, o la solución a un problema, pero será necesario identificar en cada caso qué se requiere para que esa motivación esté presente.
Motivación
Podemos decir entonces que habrá que usar el ingenio para seguir promoviendo el trabajo en equipo aun desde la distancia y, como dice la experta, cambiar los almuerzos de trabajo por desayunos virtuales o un after office con la misma modalidad. No será igual, pero sin duda hay que adaptarse y tratar de fomentar el valor de lo humano y del compañerismo a como dé lugar. Es importante no descuidar la empatía, el diálogo y el saber estar presente para que nuestro trabajo haga sinergia en ese poder apoyarnos unos con otros hoy desde nuestro hogar, pero sintiéndonos cerca.
Nota: Sasa Lopez Rodriguez es Directora de @tallerderedes.
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