Nos encontramos una vez más en un contexto de confinamiento, tras largos meses de restricciones que nos llevaron a modificar muchas de las conductas que formaban parte de nuestras vidas. Expertos en Coaching de la Federación Internacional de Coaching (ICF) sugieren en establecer una estrategia gradual, basándonos en pequeñas acciones para poner en práctica en el día a día, para mejorar nuestras vidas y mantenernos plenas, aún en tiempos difíciles.
1- Es todo una cuestión de actitud (positiva)
En contextos de adversidad, es importante evitar los pensamientos negativos. Lo mejor que podemos hacer es entrenar nuestra mente en ese sentido: siempre busquemos el lado positivo en situaciones de crisis, ejercitemos nuestro lenguaje y comunicación. De esta manera, si aparece la negatividad, podremos reemplazarla conscientemente por pensamientos positivos, hasta que dicho mecanismo nos salga de manera natural. No olvidemos sonreír frecuentemente, eso también ayudará a mantenernos con buen ánimo.
2- Manejar las emociones
Todos tenemos momentos de ira y enojo, pero cuando nos pasan, debemos ponerles un freno: podemos hacerlo a través del cuerpo, realizando ejercicios de respiración y relajación breves, y también a través de nuestra mente, identificando el origen de la emoción violenta que nos ataca y pensando razones por las que no es tan importante, no vale la pena; o cómo el problema en cuestión podría solucionarse.
3- Encontrar una pasión (y no soltarla)
La rutina puede encerrarnos y dificultar que adquiramos nuevas herramientas y recursos para ser más felices. Por eso, podés enfocarte en vos misma y preguntarte: ¿Es esto lo que quiero hacer? ¿Qué hábitos podría cambiar? Abrir la mente a actividades nuevas o que hemos dejado de lado puede ser muy provechoso. Es importante que pensemos, sintamos y hagamos en una misma dirección.
4- Valorarnos
Cuidar de uno mismo es imprescindible para poder expresar nuestro potencial y así ayudar a otros, aunque no nos lo hayan enseñado. Dedicarnos tiempo, aunque sea antes de irnos a dormir o al despertar, nos ayudará en la determinación de nuestros objetivos y en la búsqueda de cómo alcanzarlos. Relajarnos por unos minutos, alimentarnos de manera ordenada y saludable, hacer ejercicios (afuera o en casa) son formas pequeñas y efectivas de cuidarnos a nosotros mismos.
5- Ayudar sin esperar nada a cambio
Nuestro inconsciente no diferencia entre el dar y el recibir, por eso dar desde el corazón, sin esperar nada a cambio, nos reconforta muchísimo y ayuda a mantener un estado de ánimo positivo. En estos momentos complejos hay muchas maneras de colaborar con el bienestar de los demás, brindando nuestro tiempo, trabajo o habilidades. Podés hacerlo en cualquier ámbito y momento, con tu familia, con tus compañeros de trabajo, o en organizaciones de acción social.
6- No procastinar
Si te comprometés con algo, cumplilo pero sin llenarte de expectativas, que pueden resultar muy frustrantes y sin buscar la aprobación permanente de los demás. Una clave para hacer algo que venimos evitando es pensar en qué pasos nos resultarán satisfactorios, disfrutando no sólo del resultado, sino también del proceso. Tené en cuenta que nuestro inconsciente sólo reaccionará si nos ponemos activos, y llevamos a cabo iniciativas concretas para cambiar y mantenernos positivos.