Nuestras mascotas, con las que compartimos nuestra vida y nuestro hogar, también son parte de la familia y tienen que estar listas para esta ocasión tan especial, aunque ello dependerá de nosotros, que somos sus propietarios y cuidadores.
“La Navidad es una época de celebración, de compartir tiempo y disfrute con aquellos a quienes más queremos, entre los que se incluyen nuestras mascotas”, señala Noelia Suárez, directora de comunicación de la plataforma en línea Nutritienda (NT), especializada en productos de salud, belleza y mascotas.
Sin embargo, “hay algunos aspectos de las fiestas navideñas que pueden convertirse en una pesadilla para estos animales, “sobre todo para los perros y los gatos, que siempre están con nosotros, moviéndose por la casa y curioseando en los adornos y la comida, siendo los que necesitan más atención”, advierte.
A continuación, una serie de recomendaciones para crear un entorno seguro para cuidar la salud de nuestras mascotas, evitar que corran riesgos y garantizar su tranquilidad durante las Fiestas.
1- Anclar bien los adornos
Nuestros “amigos peludos” son grandes exploradores y les encanta olfatear e investigar todo lo nuevo que llega a casa, según Suárez. Por ese motivo, es recomendable evitar la presencia de cintas o las guirnaldas, ya que podrían tragárselas, y no colocar adornos que se rompan con facilidad, como los de cristal.
Es recomendable optar por elementos decorativos de plástico duro o de madera, que no se rompan si caen al suelo, y por otra parte, anclar bien las luces, para que ningún cable quede suelto, o incluso utilizar iluminación navideña con pilas.
2- Cuidar la estabilidad del árbol de Navidad
Asegurarse de que el árbol navideño esté en una posición firme y tenga un soporte ancho y estable, teniendo en cuenta que las luces, las cintas o las guirnaldas con las que los decoramos, pueden ser fácilmente atrapadas por los animales, haciendo que el árbol se les caiga encima.
Se puede reforzar este elemento decorativo atándolo a la pared, para que no se caiga incluso aunque se vuelque su soporte.
También es aconsejable colocarlo en una zona por donde el gato o el perro no suela pasar, evitando por ejemplo que esté ubicado en el camino del animal hacia su comedero o su cama, para que no lo golpee inadvertidamente.
3- Tener especial cuidado con las velas
Las velas son una de las decoraciones navideñas que entrañan un mayor peligro, teniendo en cuenta que “en una casa donde vive un perro o un gato siempre hay mayores posibilidades de que algo se caiga o se rompa”.
Para disfrutar de la acogedora luz de las velas sin riesgos de que se produzcan incendios o quemaduras, debemos colocarlas en una zona de difícil acceso para nuestra mascota y apagarlas siempre que no estemos cerca de esa fuente luminosa.
Otra opción son las velas con luz LED, que imitan muy bien a las velas auténticas, pero sin fuego.
4- No compartir nuestro menú con las mascotas
Es normal que los animales se sientan tentados, al igual que sus dueños, por los apetitosos alimentos de las fiestas, pero no conviene darles cualquier comida que sobre ni que tengan a su alcance determinados dulces frecuentes en la mesas festivas.
El chocolate es muy tóxico para los perros y los gatos. Un compuesto denominado teobromina y presente en el chocolate negro y con leche, es venenoso y puede llegar a ser letal para estos animales, por lo que nunca hay que dejar el turrón de chocolate a su alcance.
Por otra parte, es probable que la “comida humana” que tomamos en las Fiestas, sea demasiado grasa, salada o dulce para las mascotas, por lo que pueden tener dificultades para digerirla y sufrir problemas digestivos, sobre todo si no están acostumbrados a comer otros alimentos.
5- Mantener la desparasitación al día
En estas fechas es imprescindible mantener a los animales debidamente desparasitados, ya que pasan muchas personas por nuestra casa aumentando el riesgo de que alguna traiga un microorganismo nocivo para las mascotas, principalmente para los gatos que no salen a pasear a diario a la calle y por ello no están tan expuestos a los agentes patógenos exteriores.
6- Preparar un botiquín de primeros auxilios
Nunca se sabe qué puede pasar. Nuestro animal podría sufrir un pequeño corte, un golpe o una leve quemadura, y hay que estar preparado para esas contingencias. Además de tener siempre a mano el teléfono de nuestro veterinario de urgencia, necesitamos guardar en un pequeño botiquín todos los elementos necesarios para afrontar los incidentes y lesiones leves, incluyendo gasas, vendas, spray cicatrizante, suero fisiológico y tijeras. También es aconsejable incluir un suplemento que favorezca la digestión y proteja el estómago del animal, ya que al igual que las personas, podría comer en exceso en estas fechas.