Cuando un planeta se pone a retrogradar, nos da la sensación desde la Tierra que va hacia atrás. Esto no sucede así realmente porque, de ser así, no sería posible la existencia de la vida. Es sólo una idea visual o, más bien, simbólica, porque la lectura de lo que sucede con los planetas en astrología es un simbolismo, de la misma forma que el cielo se refleja con el mar constantemente y viceversa.
El asunto es que, cuando un planeta se pone a retrogradar, la energía que suele estar “directa” se pone vuelve hacia adentro. De ahí que estos períodos sean momentos de revisión, de evaluación y para reconsiderar todos los asuntos relacionados al planeta en cuestión: cada uno tiene una función en particular.
En esta oportunidad se trata de Venus, un planeta que representa el deseo, nuestra forma de querer y de relacionarnos, el vínculo que tenemos con el dinero, el sentido de la belleza, de la estética y todos los valores personales que nos identifican como personas. Es por este motivo que, de acá a las próximas semanas, todos estos asuntos se van a poner bajo revisión.
De alguna manera, en cada Venus retro, notamos que el futuro intenta liberarse del pasado respecto a temas venusinos, por eso es común que el pasado -de alguna manera- se presente en nuestra vida.
No siempre tiene que significar que te llame un ex: hay demasiadas formas de revisar esto. Quizás se repita alguna situación relacionada a con tu forma de llevar adelante ciertos contratos de trabajo o vivienda (y eso te lleve a repensar si en el pasado aprendiste algo relacionado con eso). O te lleve a evaluar el dinero que estás ganando. También se puede relacionar con cómo te ves, te tratás y permitís a otros que te traten.
Por eso se dice que en este periodo el futuro se libera del pasado: porque no puede seguir todo igual si queremos otra vida, cumplir otros deseos, si queremos estar mejor o valorarnos más.
Cómo sobrellevar a Venus retrógrado
Si tomás cualquier libro de Astrología, Venus retrógrado no es el momento más apropiado para:
-Arreglar vínculos o peleas, casarse o comenzar nuevos vínculos y tomar determinaciones importantes relacionadas a este tema.
-Hacer inversiones importantes de dinero.
-Hacer acciones estéticas en cara, cuerpo o el hogar.
-Firmar contratos de trabajo o de alquiler.
Dicho esto, no creo que se caiga el mundo si sucede algo de esto, pero tengamos en cuenta consideraciones. Si estás empezando una relación en retrógrado, es probable que ese vínculo despierte situaciones del pasado que creías olvidadas o superadas a forma de prueba, o bien que veas todo lo que cambiaste, o que los términos y condiciones de esa relación se pongan bajo revisión más adelante (donde es posible un cambio de corazón o de deseo de ambas partes).
Hay que entender que un retrógrado es como cuando se recalibra el GPS de tu auto, porque de alguna manera no están claras las cosas que queremos, buscamos o deseamos, y se vuelven un tema a resolver. Así también, es normal que quizás cueste conectar con otras personas, porque todo te pide que vayas para adentro, que trabajes la relación con vos misma.
Si tenés que firmar un contrato, es tan simple como quedarte con toda la certeza de que cada asunto está bien estipulado en las cláusulas y que no se te escapen los detalles. Lo que suelo ver con firmas de contrato en retrógrado, es que quizás más adelante llegan cambios sobre los términos o bien, dan ganas de salirse antes de tiempo (me pasó). Y la clave acá: no hagas ni asegures ni permitas que te prometan nada solamente de palabra.
Lo que sucede con las inversiones económicas es mejor dejarlo para otro momento, pero si no te queda, tenés que tener en cuenta los imprevistos. Por ejemplo,si es una compra , asegurarte que llegue en orden, que tenga garantía, como para evitar sorpresas que te lleven a terminar gastando más de lo pensado.
Respecto a lo estético, si no no se puede esperar, no te va a pasar nada malo si te cortás un flequillo que no te gusta: el pelo vuelve a crecer. Pero puede pasar que más adelante te arrepientas de ciertas decisiones estéticas tomadas en este periodo. Si tenés que comprar un vestido caro o empezar algo relacionado a la alimentación o el gimnasio para modificar algo de tu cuerpo, mejor empezarlo fuera de retrógrado para poder sostener lo que se comienza.
En resumen, te aconsejaría que no te hagas ese rubio platinado si no lo pensaste bien, ni te pongas a iniciar reformas en casa, que quizás salgan raras.
Por otro lado, es un buen momento para tirar o donar cosas que ya no uses o te hayan quedado de viejas relaciones. Aprovechá para visitar tu tienda vintage favorita, usar la estética nostálgica como recurso en tus negocios y en redes sociales, revisar presupuestos y futuros movimientos a aprobar a partir de septiembre y, más que nada, hacer una limpieza de tu placard. Podés revivir algún outfit que no usas hace mucho, modernizar viejas prendas con un toque actual, y dejar de lado lo que sabés que ya no vas a volver a usar. Es el momento.
Fechas en las que hay que tener en consideración estos consejos: entre el 22 de julio y el 3 de septiembre Venus vuelve sobre los mismos grados en los que ya estuvo desde el 19 de junio al 21 de julio.
Del 4 de septiembre al 7 de octubre, recién en este periodo, podemos dar por terminada la revisión y toma de decisiones realmente definitivas de todos los temas que se comenzaron a revisar o a tocar desde el 19 de junio en adelante.
Quiénes serán los más afectados por Venus retrógrado
-Quienes tengan Sol, Luna, Ascendente y Venus en Libra y Tauro, porque Venus es el regente de estos signos.
-Quienes tienen Sol, Luna, Ascendente y Venus en signos fijos: Acuario, Leo, Escorpio y Tauro.
Fuente: Ayelén Romano / @__venusandmars
