Está bastante instalado que sentirse bien con el propio cuerpo estaba asociado a modificar aquellas partes que no nos gustaban de él: "Ser más delgada, parecer más alta, lucir piernas más finas, o la cintura más estrecha, tener menos arrugas o la nariz más respingaba y la lista continúa sin fin", afirma la Licenciada Romina Tiberi, Psicóloga especializada en imagen corporal y trastornos de la conducta alimentaria.
"Asociar la autoestima con este tipo de concepto, no es más que la afirmación de que nunca te sentirás bien con tu cuerpo" y se pregunta la especialista: “¿Pero acaso está mal que si algo de mi cuerpo no me gusta quiera cambiarlo?” a lo que responde: "Dejame decirte que no, no está mal. El punto no es ese, sino de donde nace ese impulso. La cuestión es que se ha construido un concepto en el que la única forma de querer tu imagen es a través de la transformación y no de la aceptación. Y con aceptación corporal no me refiero a resignarme y abandonarme en este cuerpo que no me gusta. Todo lo contrario".
Entonces la licenciada Tiberi ejemplifica: "¿Cuantas veces dijiste bajo tres kilitos más y ya está, me voy a sentir mejor. Y al bajarlos te diste cuenta que el sentimiento de insatisfacción corporal seguía estando ahí?".
Esto puede llevar a una constante insatisfacción, que según Tiberi se explica: "Porque ese concepto de autoestima está asociado al castigo, al sometimiento, a la critica, la culpa, la frustración y exigencia…y desde allí es imposible crear una relación de amor con nuestro cuerpo; porque estos adjetivos no promueven ese vínculo. Entonces ¿como vas a querer y respetar tu imagen corporal si el método que estás usando es el erróneo? Y exactamente eso es lo que se debe trabajar: cómo sanar la relación con tu cuerpo desde un lugar de amorosidad y compasión. Porque esa es la única y verdadera forma de poder construir una imagen positiva de vos misma".
Y añade: "Porque indiferentemente de como sea tu cuerpo tiene derecho a ser respetado, y ese respeto empieza por vos misma; por como te hablas cuando te miras al espejo o en una foto".
Según su visión: "Esta dolencia con tu imagen habla de otra cosa, porque los complejos con nuestro cuerpo no son más que una herida más profunda. Esa es la herida que debemos sanar, para poder empezar a construir un vínculo sano con nuestro cuerpo e imagen".
Los complejos "son mucho más profundos que una simple insatisfacción corporal. Nos someten, nos toman como rehén y nos inhabilitan el desarrollo de nuestra auténtica belleza; nos prohiben sentirnos en libertad, disfrutarnos y cuidarnos. Y con la palabra cuidarme me refiero al verdadero valor".
Entonces, señala: "No significa morir de hambre y sufrir en el gimnasio, significa conocer mis límites, para no exigirme sino para cuidarme y desde ahí puedo construir una amorisidad para conmigo mismo y mi cuerpo. De la otra forma, siempre que falle frente al límite (que por algo es límite, me está cuidando), voy a sentir culpa y frustración. Comenzando un circuito de odio, obsesión y autodestrucción".
Qué nos "dicen" los complejos corporales
"Nos hablan de algo más profundo, de esa herida interna que se hace presente en mi cuerpo pero que no le pertenece a él, sino que es ahí donde lo proyectamos" y explica que pueden tener múltiples causas: "Si bien el contexto sociocultural tiene una gran relevancia en esto, no es al único que debemos echarle la culpa. Porque en la construcción de mi YO Corporal está la impresión de todas mis experiencias vívidas", señala.
El problema con esto, observa, "es que en vez de trabajar para sanar, nos exponemos a lo que conocemos que podremos usar como placebo para calmar ese dolor: dietas, ejercicios compulsivos, cirugías, etc.. pero quiero contarte que usar esas estrategias a la larga te llevarán al mismo punto de partida. ¿Por qué? Primero porque responder al marketing y el mundo de la estética te quiere sufriente, y segundo, porque la dieta a la larga te generará mayor sentimiento de descontrol alimentario. Entrando en otro circuito de culpa y frustración", remarca la especialista.
La propuesta de la Licenciada Tiberi es desandar este camino "vicioso" con el cuerpo, para transformarlo en algo virtuoso: propone experiencias, como por ejemplo, un retiro espiritual donde sanar la relación con el cuerpo y la alimentación, y se encuentra organizando uno para diciembre de este año.
"Está dirigido a toda mujer que quiera trabajar su autoestima corporal y vínculo alimentario. A toda mujer que sienta que la llegada del verano le supone una incomodidad muy grande con su cuerpo. A toda mujer que esté cansada de pelear con la forma de su cuerpo. A toda mujer que quiera dejar de dietar. A toda mujer que considere que tiene una disfunción en el vínculo alimentario. Mujeres entre 25 y 65 años, residentes de cualquier parte del mundo de habla hispana", finaliza.
Agradecemos a la Lic. Romina Tiberi (MN 65822) Psicóloga especializada en Imagen Corporal y Trastornos de la Conducta Alimentaria. Creadora y Directora de @Roma.Corporea, el único estudio terapéutico de Autoestima Corporal en Argentina.