Para muchas mujeres, encontrar el equilibrio entre la vida personal y profesional puede parecer una misión imposible. Sin embargo, ayudando a miles de mujeres como mentora de emprendedoras en El Club de Emprendedoras, descubrí que la organización y la gestión del tiempo son las claves para lograr esta conciliación de manera efectiva.
En primer lugar, respirá profundo y recordá que está bien no tenerlo todo bajo control todo el tiempo. No te sientas presionada por cumplir con todas las expectativas, tanto las tuyas como las de tu entorno. Las mujeres no deberíamos buscamos ser perfectas, sino felices. ¡Vivir en paz y en armonía!
Para esto, es fundamental establecer prioridades, hacer foco en lo importante y tener la certeza de hacia dónde queremos ir.
Primer paso: identificar prioridades
Tomá un momento para reflexionar sobre qué aspectos de tu vida son verdaderamente importantes. ¿Qué metas profesionales deseas alcanzar? ¿Qué actividades personales te nutren y te hacen sentir realizada? Al identificar estas prioridades, podrás asignar tiempo y energía de manera más consciente.
Una vez que hayas definido tus prioridades, la planificación diaria es esencial. La realidad es que en todo emprendimiento siempre hay prioridades y cuestiones que deben hacerse antes que otras para ser útiles. Sentarse a pensar en este orden es fundamental.
La gran mayoría de las emprendedoras comienza el día ejecutando, sin reflexionar cuál sería el mejor orden de estas tareas. Suele sucederles que lleguen a un punto en el que deben frenar porque lo siguiente que tienen que hacer depende de otra persona.
En mi libro ADN DE EMPRENDEDORA, recomiendo considerar los proyectos por semana en lugar de hacerlo por día. Así se reemplazan las 24 horas del día por las 168 que tiene una semana.
Cómo te pueda ayudar hacer una buena planificación
Una buena planificación hará que no necesitemos las cosas para mañana (o para ayer), sino para dentro de 7 o 14 días. Esto se traduce en una vida sin apuros y sin estrés.
También sugiero empezar por liberar la cabeza bajando todas las ideas a una hoja. Puede ser en papel o digital, creo que es mejor la versión digital porque después permite ordenarlas sin tener que volver a escribir.
Esto permite aclarar la mente y no dejar que ciertas buenas ideas se nos pierdan. Además, utilizá aplicaciones de gestión del tiempo para mantenerte organizada y asegurarte de cumplir con tus compromisos tanto personales como profesionales.
En el libro, también planteo un ejercicio utilizando una de las herramientas que más me gustan para planear cómo encarar los proyectos: la matriz de Eisenhower. Esta permite gestionar el tiempo para distinguir las tareas que deben resolverse lo más pronto posible y las que pueden posponerse, delegarse o, incluso, eliminarse de la lista de pendientes.
Debemos dedicarle tiempo al inicio de cada semana para establecer objetivos y seguir el plan de tus actividades. Si es necesario, debemos asumir la responsabilidad de delegar tareas.
Como emprendedoras, muchas veces hacemos cosas que no sabemos hacer para “ahorrar” dinero. Pero si queremos emprender y hacerlo bien, tenemos que conseguir todos los recursos que hagan falta.
Una de las grandes lecciones: delegar responsabilidades
Una de las grandes lecciones que aprendí es que debemos confiar en otros y delegar responsabilidades en personas que pueden hacerlo mejor con nosotras, para que los resultados lleguen. De nada sirve hacer de todo y no ganar nada.
Delegar, además, nos libera tiempo y energía valiosos para ocuparnos de lo verdaderamente importante, la dirección de nuestro negocio. Tenemos que concentrarnos en las tareas que realmente requieran de nuestra atención.
Otro tema sumamente importante es establecer límites claros entre tu vida personal y profesional. Define horarios de trabajo específicos y respétalos tanto como sea posible. Del mismo modo, asegurate de reservar tiempo para desconectar y recargar energías. El descanso y el tiempo de ocio son fundamentales para mantener un rendimiento óptimo en tu trabajo y una buena calidad de vida.
Por último, recordá ser flexible y compasiva con vos misma. Habrá momentos en los que las cosas no salgan según lo planeado, y está bien. Aceptá que no siempre podrás hacerlo todo y aprendé a adaptarte a los cambios de forma positiva.
La clave está en cultivar una mentalidad resiliente y buscar soluciones creativas ante los desafíos que se presenten en el camino.
Al adoptar una mentalidad organizada y equilibrada, podrás disfrutar de una vida plena y exitosa como emprendedora, sin sacrificar tu bienestar personal. En última instancia, recordá que el verdadero éxito radica en encontrar el equilibrio entre tus diferentes roles y en vivir una vida que te llene de orgullo y satisfacción personal.
Por Sheila Saad, fundadora y directora de El Club de Emprendedoras @elclubdeemprendedoras
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