Atravesamos días en los que tenemos la posibilidad de comer y beber extra, una situación que nos puede acrecentar la ansiedad solo de pensar en ello: cómo podemos controlar esta sensación y cuál es el camino del disfrute.
Teniendo en cuenta los consejos que nos brinda la Lic. Araceli Vallone, especialista en Nutrición, vamos a lograrlo. Compartimos su columna:
Una dieta restrictiva antes de la Nochebuena es justamente lo que no debemos hacer, porque:
- Necesitamos nutrientes todos los días, los cuales se obtienen a través de los alimentos.
- La creencia de que comer poco dos o 3 días antes de la Navidad para comerse todo el 24 a la noche nos lleva a un pensamiento que no permite disfrutar tanto de los preparativos como la fiesta en sí.
- Esa restricción alimentaria es la base para que se produzca un atracón en Navidad y se ingrese en ese círculo dietante, tan perjudicial para la salud.
Controlar la porción puede ser uno de los aspectos más difíciles a la hora de las fiestas de fin de año, algunos tips que pueden ser de ayuda.
- Utilizar un plato pequeño para la entrada.
- Utilizar un plato común para el plato principal
- Elegir aquellas preparaciones que a uno más le gusten-
- Evitar servirse reiteradas veces, ya que con 1 plato alcanza para no tener hambre real.
Siempre recordar que los humanos no sólo comemos por hambre, por lo que si tengo mucha comida frente a mis ojos, voy a querer servirme más de una vez, sólo por el placer que genera comer ese alimento.
En este sentido, es fundamental no restringir el deseo de comer aquello que me gusta, porque ya sabemos que es la antesala del atracón. Hay que permitirse ser flexible, ya que nadie es perfectos. Si no se pudo controlar la porción, esto no es un delito y en los próximos días se puede retomar la alimentación habitual.
Luego de las Fiestas, el objetivo es retomar un estilo de vida saludable, incluyendo alimentación y actividad física.
En cuanto a la alimentación, no recomiendo batidos de ningún estilo ni dietas mágicas que prometen bajar los excesos de los días pasados.
Simplemente retomar las 4 comidas principales, aumentar el consumo de frutas y verduras , carnes blancas que se digieren más fácilmente que las carnes rojas, grasas de buena calidad como los aceites en crudo , frutos secos y semillas y lácteos enteros o descremados. En relación a los hidratos de carbono, siempre sugiero las versiones integrales aunque en este caso puntualmente son más convenientes las versiones comunes que tienen mejor digestión.
La actividad física debe ser similar a la que se realiza durante todo el año sin practicarla de forma excesiva para “ compensar” lo ingerido, cuidando los horarios en los que se realiza e hidratándose suficientemente con agua.
Tanto la Navidad como el Año Nuevo son celebraciones para disfrutar en donde la comida acompaña cada momento, disfrutar de ella sin obsesiones pero también sin excesos es saludable tanto para nuestro cuerpo como para nuestra salud mental.
*Agradecemos el asesoramiento de la Lic. Araceli Vallone, Nutricionista especialista en obesidad (MN 9739) / @lic.aracelivallone
