La crema catalana es un postre originario de Cataluña, que se popularizó en toda España. Algunos la llaman "crema quemada" ya que su terminación es una capa de caramelo crujiente, lo que la vuelve especial y tentadora.
Su origen
Este postre aparece en libros de cocina antiguos entre los siglos XIV y XV y dicen que su receta se debe a un error o a una mera casualidad. En un convento de monjas estaba de invitado un obispo a quien iban a convidar un flan de postre. Algo falló en su preparación, que quedó con un aspecto entre líquido y cremoso. Y, para no descartar los ingredientes, la cocinera improvisó una capa de caramelo quemado en la superficie que deleitó el paladar del invitado ilustre.
La diferencia con las natillas y la créme brûlée
Aunque las tres son bastante similares -ya que llevan huevos, azúcar y leche o crema-, son preparaciones diferentes.
Las natillas tienen una textura menos densa porque llevan menos almidón en su receta, tampoco se terminan con azúcar quemada. En cuanto a la créme brûlée sí se termina con la capa de caramelo crujiente, aunque se aromatiza con vainilla y algún licor y se prepara con crema en lugar de leche.
En cuanto a la cocción, las natillas y la crema catalana se cocinan en cacerola al fuego, en cambio la créme brûlée se termina al horno, en baño maría.
Crema catalana - Ingredientes:
8 yemas de huevo / 100 gramos de azúcar / 20 gramos de harina de trigo o almidón de maíz / 1 litro de leche / 1 rama de canela / cáscara de 1 limón /
Procedimiento:
Llevar la leche al fuego con la rama de canela y la cáscara de limón hasta que rompa hervor.
Añadir las yemas, que deberán estar previamente batidas con el azúcar y la harina.
Remover la mezcla en el fuego de manera constante, hasta que espese y se forme una crema.
Dejar enfriar, fraccionar en cazuelas y cubrir con abundante azúcar. Quemar con soplete hasta que forme burbujas y se funda por completo.