Esta serie británica, pensada por Laurie Nunn y producida por Jon Jenning, aborda de manera simple, sin tabúes y a veces con humor las inquietudes, los interrogantes y los miedos del despertar sexual en la adolescencia.
El protagonista de esta historia es OtisMilburn (Asa Butterfield), es un joven de 16 años un poco introvertido y que tiene algunos problemas por ejemplo, es incapaz de masturbarse. Su madre es sexóloga: Jean (Gillian Anderson), encarna a una mujer para la cual lo sexual es parte integral de sus conversaciones, sus pensamientos, sus acciones y hasta la decoración de su propio hogar. Este papel resulta un tanto estigmatizante al principio -lo digo como sexóloga- porque muestra que Jean sostiene relaciones con hombres con los cuales sólo se involucra para tener sexo por una única vez. Lo que es plausible es que ella habla –o lo intenta- sin tabúes con su hijo Otis, quien se muestra reacio a sus comentarios sobre lo “sexual”.
A pesar de sus dificultades y su falta de experiencia personal, la educación recibida en casa por su madre hace que Otis tenga un conocimiento y una capacidad de comprender distintos aspectos de la sexualidad que lo ponen muy por encima de sus pares.
En la primera clase Otis sentado junto a Maeve (Emma Mackey), una joven rebelde, antisocial y señalada por todos como una experimentada en lo relacionado al sexo, se ve que ella no tiene ningún problema para poner el preservativo sobre el pene de madera, pero él sabe mejor que su compañera donde está el himen y cada una de las partes que componen el aparato genital de la mujer.
Hay un punto de inflexión que se da cuando Otis, en presencia de Maeve, le resuelve un problema sexual al bruto y agresivo Adam (ConnorSwindells) que no podía llegar al orgasmo. De aquí que es la misma Maeve quien le propone a Otis que dé consultoría sexual a los jóvenes y ella se ocupa de administrar la agenda y cobrar por la entrevista.
La serie aborda una amplia gama de temáticas sin miedo a hablar: la masturbación, el sexo oral, las relaciones entre personas del mismo género, el acoso sexual, el bullying, el consentimiento en los vínculos sexoafectivos y el aborto.
Presenta las temáticas sin tabúes, sin estereotipos. Muestra que un chico “muy bien dotado” tiene problemas en sus relaciones sexuales (no disfruta, no tiene orgasmos); también muestra cómo el sentirse mal con su propio cuerpo afecta al encuentro sexual y poner condiciones para el encuentro sexual como hacerlo con las luces apagadas.
También se muestra un chico gay y una chica lesbiana y sus dificultades para tener encuentros sexuales con sus parejas.
A lo largo de la primera, segunda y tercera temporada, pueden verse situaciones de: personajes gay que les gusta draguearse con una familia religiosa que se espanta ante esto, se ve la discriminación por etnia y color de piel, también hay una familia compuesta por mujeres lesbianas, un joven que dibuja comics pornográficos y quiere perder la virginidad, una personaje andrógina, se muestra la crítica al amor romántico y a la monogamia, críticas a los estereotipos de varones gays, las its y cómo cuidarse, también muestra una persona con discapacidad y sus posibilidades para disfrutar la sexualidad.
En la segunda temporada aparece la ESI en la escuela, ingresan preguntas como las siguientes. ¿Quién da ESI (Educación Sexual Integral)? ¿Cómo lo hacen? ¿Están preparados las y los docentes para abordar determinados contenidos?
En la cuarta temporada, aparecen aspectos de la crianza sola y del esfuerzo que demanda, también se muestra la bisexualidad como opción, la actividad de una influencer como educadora sexual, el nuevo instituto y un ambiente totalmente diferente al anterior en el cual hay un concepto de cuidado del medio ambiente y de la salud integral de las personas, también se le da un lugar preponderante a la exploración y autoestimulación de una de las estudiantes usando juguetes para lograr orgasmos y se pone de manifiesto el valor de expresar el consentimiento para una práctica sexual. Y…no te voy a spoilear más!
La serie muestra de una forma simple y realista muchas de las inquietudes que cualquier adolescente puede tener en esa etapa de su vida, abriendo la puerta a las preguntas y las dudas.
Es necesario remarcar que no existe “una adolescencia”, sino “adolescencias en plural”, lo que implica situarlos en los contextos en los que se encuentran, tanto social como económico y cultural.
El sexo no es perfecto y mucho menos las primeras veces, pero lejos de idealizarlo, se presenta un mundo diverso y contradictorio.
Sex Education no da un mensaje moralizante, muestra a los personajes como las personas en la vida real, con sus miedos, disfrutes y contradicciones.
¡Y no te cuento más! Mejor te invito a mirarla y sacar tus propias conclusiones.
Fuente: Lic. Analía Lilian Pereyra
Sexóloga Clínica y Educativa
IG: @licenciadaanaliapereyra
Suscribite al newsletter de Para Ti
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti cada semana en tu mail con las últimas tendencias y todo lo que te interesa, completá los siguientes datos:
