Cuantas desean vivir esa experiencia de la que solo han escuchado, cuantas se sienten tristes y decepcionadas por intentarlo y no lograrlo y cuantas creen que en el encuentro sexual el guion establecido es el garante de esos orgasmos.
Bueno, vamos a ir desglosando algunas de estas afirmaciones. ¿Quién niega a las mujeres la posibilidad de sentir el gran éxtasis del orgasmo?
Hay un sistema patriarcal y opresor que nos quiere sumisas e insatisfechas rogando al sr. dador de orgasmos que nos haga gritar de placer. Y también sabemos, que la educación sexual en placer no existe y la poca educación sexual que tenemos aún sigue parada en el paradigma de lo reproductivo, de lo patológico y de lo culposo.
Y sumamos, que el porno omnipresente al alcance de un click está inundando las fantasías y las múltiples posibilidades de disfrutar de otros modos que no sean el coito penetrativo.
Me vengo preguntando… ¿qué pasaría si las mujeres tuviéramos emancipación sobre nuestra propia sexualidad? A lo mejor, esta fortaleza abriría la posibilidad de no necesitar a ningún otro que nos de esa satisfacción. Y… por algún motivo a muchos les molesta que las mujeres accedan a sex toys, como el succionador de clítoris, que te proporcionan un orgasmo en apenas segundos.
Las mujeres somos vistas desde la anatomía genital como un recipiente a ser llenado, un orificio a ser penetrado pasivamente y esta idea trasmitida nos deja en una posición de espera y en la falsa creencia de que ese llenado realmente nos colme de orgasmos.
Esta representación sexual de la mujer como receptiva y al varón poseedor del pene como activo, nos coloca a unos y otras en lugares de demanda y de responsables del placer del otro. Y lo que sí está claro, es que las mujeres y los varones somos responsables cada uno y una de nuestro propio placer y lo que no busquemos y alcancemos por nuestra cuenta no llegará porque otro nos lo de.
También romper con esta idea errónea de que la mujer debe tener un orgasmo a través de la vagina, gracias al vaivén del pene, lo que borra por completo el conocimiento del clítoris como órgano de placer y por ello muchas se sienten anorgásmicas o frígidas y por desconocimiento y culpa FINGEN.
Y los varones erróneamente consideran que su pene es necesario para el orgasmo de las mujeres, y por ello el hecho de no tener erección es vivido de modo muy traumático por ellos.
De este modo, un círculo de información errónea sostiene el desconocimiento del clítoris como órgano de placer y está ausente la autoconciencia en las mujeres de su sexo y su placer.
Ya lo dice Carla Lonzi: ‘’el sexo femenino es el clítoris, el sexo masculino es el pene’’.
La sexualidad de las mujeres se puede emancipar de la satisfacción de los deseos de los hombres. Y potenciar una autoconciencia feminista en la que la distancia entre clítoris y vagina no sea un condicionante, sino más bien, que habilite la posibilidad de poder decir: SÍ PUEDO tener un orgasmo, puedo porque me conozco y me lo merezco.
Es necesario que las mujeres pensemos en primera persona y que en un encuentro con otro en el que se potencie el intercambio erótico pongamos en valor nuestro placer, acortando la distancia entre clítoris y vagina, y porqué no separando sus disfrutes.
La reivindicación del placer es urgente y significa salir del encierro de un esquema coitocentrista y darle valor al goce con la propia particularidad que tenemos las mujeres, ser auténticamente diferentes. Más orgasmos, menos estrés.
Fuente: Lic. Analía Lilian Pereyra
Sexóloga Clínica y Educativa
IG: @licenciadaanaliapereyra