Hoy, 22 de agosto, se celebra el Día Mundial de la leche vegetal, una preparación que cada vez tiene más adeptos: por empezar, es ampliamente utilizada por las personas que llevan adelante una vida bajo la filosofía vegana. Además, es muy propicia para quienes tienen intolerancia a la lactosa o a cualquiera de los componentes de la leche vacuna.
Este producto, que muchos elaboran de manera casera, comenzó a venderse en dietéticas y hoy hasta es posible conseguirlo en los supermercados. Se obtiene de una variedad de plantas como frutos secos (almendras, avellanas, castañas), legumbres (maní), semillas (sésamo), cereales (arroz, avena, quinoa), soja (recomiendo orgánica) y coco; alimentos vegetales ricos en nutrientes.
Dicen que es fácil de realizar en casa, lleva muy pocos ingredientes, dura entre 3 y 4 días en la heladera y puede endulzarse a gusto.
“Los datos sobre el impacto negativo de la industria láctea en el medioambiente son alarmantes: se necesitan 3785 litros de agua para producir cerca de 4 litros de leche de vaca y la producción de leche cruda constituye el 38% de los gases de efecto invernadero (GEI) provocados por las emisiones entéricas”, explica Jacqueline Guzmán, gerenta de Campañas de Million Dollar Vegan en Argentina, organización internacional que busca generar conciencia sobre cómo la explotación y el consumo de animales afecta al planeta y a las personas.
Desde esta organización, informan que una dieta basada en plantas no solo ayuda a reducir el daño ambiental, también previene la hipertensión, la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer, según la Organización Mundial de la Salud. Además, vuelven sobre la leche vegetal para destacar que es saludable y sustentable, mientras aclaran: “Es un mito que se deban consumir productos lácteos para incorporar este mineral, tan importante para nuestro organismo, ya que se puede encontrar en muchos alimentos vegetales de hojas verdes como la col rizada, brócoli, kale y berros; los porotos también contienen buenas cantidades de calcio, al igual que las semillas de sésamo, almendras, nueces, higos secos, naranjas y el tofu. Es necesario fijar el calcio con vitamina D que sintetizamos al exponernos diariamente unos minutos al sol”, explica la especialista.
Leche de coco en 3 simples pasos
Ingredientes (para 1 litro de leche vegetal)
2 tazas de coco rallado sin endulzar (190 g) / 4 tazas de agua caliente (1 litro)
Procedimiento
- Echar el coco rallado al agua caliente y dejar reposar por aproximadamente 10 minutos (eso permite que el coco libere su “grasa” y la leche quede más sabrosa). Luego, batir hasta que estén bien integrados, durante 1 o 2 minutos.
- Dejar reposar la leche un poco para que no queme tanto y colar usando una bolsa para leches vegetales, una gasa o incluso un colador de malla fina. Apretar bien para obtener el máximo posible de leche.
- Guardar la leche de coco en un recipiente hermético en la heladera durante unos 4-7 días. Es normal que se separe la grasa del agua, basta agitar la botella o el envase antes de usarla o servirla.