Cada 26 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino. Esta es la principal causa de muerte ginecológica en Argentina y la segunda en el mundo. Como parte de la campaña de prevención que se realiza anualmente, se difunden una serie de recomendaciones para tener en cuenta.
Desde el Hospital Británico de Buenos Aires, aseguran que los controles ginecológicos deben ser periódicos para prevenir este tipo de cáncer conocido como cáncer de cérvix. También se deben tener en cuenta los factores de riesgo más habituales como la inmunodeficiencia, el uso prolongado de anticonceptivos orales, el consumo de cigarrillo, el inicio precoz de las relaciones sexuales y las múltiples parejas sexuales.
Por otro lado, si bien el contagio se realiza por vías sexuales, éste puede ser no necesariamente coital. Esto debido a que el contacto piel a piel o piel con mucosas constituyen un potencial infectante, informan desde la institución.
Como métodos de prevención se recomiendan además: realizar el PAP de forma regular y el test de HPV a partir de los 30 años, aplicar la vacuna del HPV a partir de los 11 años, utilizar el preservativo o campo de látex en todas las relaciones sexuales y evitar el consumo de tabaco.
"No todas las personas que tengan HPV van a desarrollar un cáncer de cuello uterino. La inmensa mayoría de las infecciones se resolverán espontáneamente. La persistencia de la infección viral a lo largo de muchos años, puede llevar al desarrollo de lesiones premalignas y eventualmente el cáncer. Por eso, es necesario realizarse el examen ginecológico de manera periódica, para establecer un diagnóstico precoz y controlar oportunamente las lesiones”, explicó el doctor Andrés Humphreys, Encargado de la Sección de Tracto Genital Inferior del Servicio de Ginecología (M.N. 84.796).
Cuándo y cómo se deben comenzar los controles
Según informa el nosocomio, los estudios deben ser tres años después de iniciadas las relaciones sexuales, deben ser una vez al año (o más seguidas según recomendación de su médico de cabecera) y finalmente, la prueba del HPV debe realizarse a partir de los 30 años. Cabe destacar que antes de cada PAP se deben evitar las relaciones sexuales antes de las 48 horas, no se deben realizar lavados vaginales y no se pueden utilizar tampones, óvulos, cremas o realizar ecografía transvaginal por 48 horas previas al estudio.
Por otro lado, es importante saber que el tratamiento de las lesiones premalignas producidas por el HPV (llamadas lesiones de alto grado), detectadas a tiempo, evita la progresión al cáncer. Esto consiste en extraer la lesión por medio de una intervención quirúrgica, habitualmente utilizando un bisturí de radiofrecuencia, un procedimiento denominado LEEP, para extraer el tejido anormal. El cáncer, cuando se detecta en sus estadíos iniciales tiene tratamientos altamente efectivos también.
Fuente: Hospital Británico de Buenos Aires