Día Mundial del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): saber para actuar a tiempo - Revista Para Ti
 

Día Mundial del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): saber para actuar a tiempo

El 13 de julio se celebra el Día Mundial del TDAH, condición que está considerada como un trastorno del neurodesarrollo. La doctora Roxana Anahí Timo, médica pediatra (MN 88.956), habla en esta nota acerca de los síntomas, el diagnóstico y el abordaje terapéutico de esta condición frecuente en las consultas de psiquiatría y neuropediatría, con una prevalencia del 5 por ciento.      
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El 13 de julio es el Día Internacional del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), condición que pertenece al grupo de patologías que el DSM-5 califica como "trastornos del neurodesarrollo". Es una condición frecuente en las consultas de psiquiatría y neuropediatría, con una prevalencia del 5 por ciento. Mucho más frecuente en hombres que en mujeres, con una proporción 9 a 1.

La característica principal del trastorno por déficit de atención con/sin hiperactividad es un patrón persistente de inatención y/o impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo del individuo.

Características del TDAH

Se caracteriza por presentar inatención, dispersión mental, desorganización en tareas cotidianas e hiperactividad o impulsividad. También se expresa frecuentemente con trastornos de conducta.

  • Déficit de atención: se puede expresar como falta de concentración en el ámbito escolar, inatención y desorganización en la realización de tareas cotidianas, postergación de tareas que suponen un esfuerzo sostenido. Es común que el niño pierda objetos frecuentemente, tenga bajo rendimiento académico y le cueste mantener la atención en tareas que requieren método y concentración. Las pruebas de función ejecutiva y memoria pueden verse afectadas.
  • Hiperactividad: tiene una actividad motora excesiva desde pequeño, no es capaz de jugar tranquilo y no es capaz de seguir indicaciones con método y disciplina. Necesita moverse, saltar y correr constantemente, por lo que prefiere este tipo de actividades, y son más propensos a tener accidentes. Son niños que nunca se cansan y agotan a los adultos cuidadores.
  • Impulsividad: el niño tiene actos irreflexivos. No se detienen a pensar lo que puede ser peligroso y suelen tener conductas de riesgo. Pueden mostrarse agresivos e intrusivos, desafiar a los adultos y tener mayor inclinación a comportamientos antisociales.

Cuándo se presentan los primeros signos del TDAH

Los primeros signos y problemas aparecen a lo largo de educación primaria y la adolescencia temprana, por lo que normalmente los padres consultan a un profesional. La mayoría de las veces afecta seriamente el rendimiento escolar, por lo que suele detectarse muchas veces en el ámbito educativo.

Además de los síntomas característicos, los niños con TDAH suelen tener baja tolerancia a la frustración y labilidad del estado de ánimo, por lo cual no aceptan un no como respuesta, pueden tener actitudes agresivas y desbordarse emocionalmente en situaciones cotidianas. Sus dificultades para interactuar con el entorno y ser socialmente aceptados pueden generarles ansiedad y enojo.

El diagnóstico se realiza a través de la evaluación clínica por parte del pediatra o psiquiatra, complementando con test psicométricos y neuropsicológicos que ayuden a evaluar aspectos como la atención, la función ejecutiva y la memoria.

Puede suceder que el niño no tenga problemas en ninguna área en particular. Los signos del trastorno pueden ser mínimos o estar ausentes cuando está contenido, se siente amado y seguro o recibe estímulos positivos por comportamientos apropiados. También es común que se sienta motivado y se muestre más atento cuando participa en actividades que le apasionen, como actividades deportivas, por ejemplo.

Qué debemos saber sobre el abordaje terapéutico

En relación al abordaje terapéutico, es importante tener en cuenta que cada niño es diferente, de manera que esta condición tendrá tantas expresiones como niños existen.

El acompañamiento y la contención familiar y en el ámbito educativo es un aspecto sustancial en el abordaje terapéutico de estos niños, los cuales quieren y necesitan adaptarse a los desafíos cotidianos. La educación de los padres y capacitación de los educadores son dos puntos esenciales para el éxito terapéutico en estos niños. Abordarlos con altura y comprendiendo sus limitaciones y enseñarles cómo opera su cerebro, para que tomen consciencia que necesitan ser acompañados y pedir ayuda, dado que es común que, si el niño es rechazado por su conducta, se encierre en su mundo o se torne más rebelde.

Estos niños requieren de mucha paciencia y generar espacios en el hogar, que le permitan desarrollar recursos para su autorregulación y mejorar su enfoque, trabajar con ellos la capacidad reflexiva, hacerles saber que son amados y que siempre hay una puerta abierta para el diálogo y la escucha. Son niños muy sensitivos que conectan desde el abrazo, las caricias, la mirada o a través de aquello que les interesa o apasiona.

Qué debemos saber acerca del ámbito educativo

Por parte del ámbito educativo, las instituciones deben estar a la altura de la problemática que genera tener un niño con TDAH en el aula. Capacitar a los docentes en el abordaje y la interacción con ellos en lo cotidiano, es fundamental.

  • El tratamiento psicológico siempre es necesario y efectivo. Un espacio terapéutico, sobre todo a través de abordajes como la terapia cognitivo conductual, permite al niño o adolescente ir tomando consciencia y modificando patrones de comportamiento o conductas desadaptativas, propiciar el desarrollo emocional armónico y contenerlo adecuadamente frente a las frustraciones o desencantos cotidianos.
  • El tratamiento farmacológico, si bien ocupa un lugar importante en el abordaje del TDAH, no es mandatorio para todos los pacientes. Dado que la gravedad de los síntomas puede ser variable entre niños o a lo largo del tiempo, las intervenciones farmacológicas pueden ser apropiadas, tanto a corto como mediano plazo. Por otro lado, el tratamiento farmacológico no reemplaza al abordaje psicológico y la contención que el niño debe recibir por parte de sus padres.

Diversos estudios reportan que la persistencia de los síntomas disminuye significativamente en la etapa adulta. Solo el 60-85% de los niños siguen cumpliendo criterios de TDAH al llegar a la adolescencia y 60% en la edad adulta.

Por eso es tan importante que en los "años críticos", los niños reciban un adecuado diagnóstico en centros que cuenten con las tecnologías necesarias, acompañamiento de calidad de parte de padres y educadores, supervisión eficiente por profesionales de la salud capacitados en el tema y, sobre todo, un claro y contundente mensaje de esperanza y amor por parte de sus seres queridos.

Por Roxana Anahí Timo, médica pediatra (MN 88.956), Health Coach, @dra.anahitimo

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