La reina Isabel II vivió una vida plena: con 70 años de reinado y 96 de vida, fue un ejemplo de tenacidad, disciplina, rectitud y también -hay que decirlo- buena salud. La monarca inglesa gozó de una larga existencia y hoy se sabe que además de ser muy prolija en su alimentación y en sus costumbres en general, desde siempre bebió únicamente una marca de agua mineral de manantial, con la cual además, se le preparaba el te.
La marca en cuestión es el agua Royal Deeside, que se obtiene en los Pozos Dees Pannanich, próximos al Castillo de Balmoral en Royal Deeside en las Highlands escocesas, según se afirma en la página oficial del producto. Y que tiene un precio de 5,19 euros.
En el portal también se afirma que esta agua tiene propiedades excepcionales para mantenerse sano. "Este agua es de una pureza excepcional y durante siglos gracias a sus propiedades curativas y beneficiosas para la salud ha sido concebida como un agua milagrosa", aseguran.
Al parecer, gracias a beber esta agua mineral de manantial la reina Isabel II mantuvo su salud y pudo llegar a los 96 años, siendo casi tan longeva como su madre, Elizabeth Bowles-Lyon, quien vivió hasta los 101 años y también era una asidua bebedora de este prodcuto de manantial que posee calcio, magnesio, potasio y sodio, entre otros minerales.
Según Teleshow, exámenes de laboratorio indican que el agua Royal Desidee, que surge de los campos de Balmoral, tiene propiedades químicas que ayudan a tratar dolores reumáticos y musculares. Y que como protege de los radicales libres, moléculas relacionadas a enfermedades propias del envejecimiento como el cáncer, su ingesta permite llegar con buena salud a la ancianidad.
Según el mismo medio, el secreto del agua de Balmoral está en la combinación de químicos y minerales que toma de la tierra escocesa, especialmente granito y otras piedras.