El ajo o “allium sativum” es una plata perenne de la familia de las liliáceas que puede alcanzar una altura de hasta 1,5 m. Tiene hojas planas, flores verdosas o blanquecinas, a veces rosadas muy poco abundantes que sobresalen con su largo pedúnculo sobre una cabezuela de bulbillos. Es utilizado en la gastronomía mundial desde hace miles de años. A fines del siglo XIX los españoles introdujeron ésta especia sabrosa y versátil en América cuando fuimos colonizados. Y el 19 de abril se celebra su día.
Sus beneficios son tantos que solo vamos a mencionar algunos aquí:
- Alto valor nutritivo con bajas calorías
- Disminuye el colesterol
- Reduce la presión arterial
- Antibacteriano
- Estimula el sistema inmunitario
- Desintoxica el cuerpo
- Mejora el rendimiento deportivo
Anécdotas con sabor a ajo
Tengo un montón de anécdotas con el ajo como protagonista. Más allá del mal aliento que no desmotiva a un beso romántico, el ajo es amado y odiado por igual. En un hotel muy lindo de la provincia de Entre Ríos nos ofrecían un menú muy tentador: un plato de pastas con brócoli más bebida y postre. Se me hizo agua la boca al imaginarme los poderosos arbolitos "sarteneados" en ajo y decorados con panceta más el queso de rallar y/o crema de leche.
Entonces, llega un plato de fideos sin sabor, con brócolis hervidos con gusto a poco. Le pregunté al mozo: “Disculpe, ¿donde está el ajo?”. “No señora, a la dueña del hotel le cae mal el ajo, así que prohibió a su chef que se lo ponga a todos los platos del hotel”, me respondió.
Mi cara de decepción fue tal que el camarero se rió. Se esmeró en ofrecerme queso rallado y aceite de oliva para compensar la falta de sabor del plato.
La famosa provenzal no es amiga del estómago de cualquiera y es muy comprensible que muchas personas pidan sus platos sin ajo. Me ha pasado estar intoxicada o con un ataque al hígado en varias oportunidades; en ese caso, me quedo en casa, me hiervo arroz con aceite y no hago pedidos especiales en restós expertos en pastas con salsas bien condimentadas… "Agua y ajo", como dice el dicho...
Por supuesto, el ajo es el condimento preferido en mi cocina. Les confieso se lo pongo a todo lo que cocino así que, mis comensales lo tienen que tolerar o dejar de comer. Lo uso natural, disecado, en polvo o hasta en frasco ya picado.
Acá les dejo unas recetas para disfrutar tan delicioso condimento.
Receta de salsa rápida de tomate y ajo
La uso para pastas, arroces, relleno de empanadas o pastel de papas, y pizzas también.
Ingredientes
- 1 ajo picado
- 1 chorro de aceite de oliva extra virgen
- 1 lata de tomate perita o cubeteado o hervidos previamente y pelados
- Orégano c/n
- Opcional: perejil si les gusta (lo amo)
- Opcional 2: albahaca fresca de mi huerto
- Opcional 3: pimentón ahumado español (que aroma)
- Sal y pimienta a gusto
Preparación
- Poner aceite de oliva en una sartén u ollita de acero inoxidable triple fondo, calentar
- Picar el ajo y echar en la ollita, dejar apenas cocinar o dorar
- Agregar el tomate picado o cubeteado. Dejar cocinar 7 minutos a fuego leve.
- Condimentar con todo lo que más nos guste. Retirar del fuego
- Usar esta salsa para unas ricas pastas rellenas, fideos, ñoquis, lasagnas, canelones, arroz, etc..
- La podés guardar y freezar por 4 meses que va a estar impecable porque no tiene carnes roja.
Receta de espinacas salteadas con ajo
La verdura preferida para mis tartas y rellenos de pastas también se puede consumir de forma simple con esta receta súper nutritiva y rendidora.
Ingredientes (para dos comensales)
- 2 dientes de ajo
- Aceite de oliva extra virgen, c/n
- 2 paquetes de espinaca
- 2 o 3 huevos
- queso rallado
- Sal y pimienta a gusto
Preparación
- Cortar los tallos de las espinacas crudas. Lavarlas en abundante agua porque tienen mucha tierra
- Dejarlas escurrir en un colador. Mientras colocamos aceite en una ollita o sartén y calentamos un poco
- Doramos ahí los ajos sin quemar (sino los van a tener que tirar y dejan una humareda importante en la cocina)
- Agregamos las espinacas crudas así mojadas al aceite con ajo, tapamos y dejamos cocinar 5 minutos a fuego moderado
- Revolvemos y dejamos cocinar un poco más
- Colocamos por encima los huevos y condimentamos. Tapamos y dejamos 5 minutos más aprox.
- Cuando la clara esté blanca y la yema cocida pero no dura, apagamos el fuego y servimos en nuestro plato
Ideas exprés para usar ajo
Ñoquis rellenos a la carbonara
- El ajo lo podés utilizar con verduras salteadas (las que se les ocurra).
- Las milanesas no serían las mismas sin ajo ni perejil picado finitos. Dejarlas macerar con la provenzal antes de empanar.
- Les da un sabor único y hace las comidas muy sabrosas. El pollo al ajillo y a la provenzal es un plato clásico, muy rico y famoso de todas las familias.
- La ensalada de remolacha y huevo duro con un poco de ajo crudo sabe mucho mejor.
- Las vinagretas quedan mejor con un aceite saborizado con ajo.
- El pesto clásico lleva ajo.
- Un buen chimichurri casero para los asados es tentador.