El caso de Felipe Pettinato, quien tuvo un brote psicótico después de un hecho policial donde tras un incendio en su casa murió el doctor Melchor Rodrigo, volvió a abrir el debate sobre cómo se deben contener estos casos en las familias. El hijo de Roberto Pettinato fue atendido por quemaduras leves en su cuerpo y luego derivado a una institución de salud mental, donde permanece internado para recibir tratamiento. Según trascendió es la hermana mayor de Felipe, Tamara, la que suele hacerse cargo del joven.
Al respecto, consultamos a Flavio Calvo, doctor en psicología, M.N.: 66869, quien se explayó acerca de la problemática familiar de convivir con un paciente con trastornos mentales.
El Dr. Flavio Calvo opina sobre la problemática de la salud mental y las familias
Hay muchos mitos y prejuicios con respecto a la salud mental, lo que produce como resultado que, muchas veces, haya temas que queden imposibilitados de hablarse abiertamente, por lo cual muchas familias sufren en silencio y se aíslan junto a sus miembros portadores de un síntoma, para no ser mirados o juzgados por la sociedad. Este aislamiento, lejos de ayudarlos, los sume más en una cadena de prejuicios hacia sí mismos.
Cuando hablamos de personas con algún trastorno mental, es importante reconocer que hay factores ambientales que colaboran; el paciente enfermo es, en realidad un portador de un síntoma, ligado a un trastorno que sostiene toda la familia. Esto lejos de estigmatizar y culpar a alguien, nos debe dar la oportunidad de pensar en esa familia como un grupo de personas que necesita ayuda y comprensión. Históricamente hay estigmas con la salud mental, y es sano salir de esas maneras limitadas de pensar ya que el enfermo mental es tan humano como quien tiene una enfermedad física.
Cuáles son las "conductas no productivas"
Generalmente hay conductas no productivas de parte de la familia. Una de estas conductas es la llamada “descalificación”, que puede tener varias maneras de expresarse. Una es negar que el problema existe, y si no existe, no se habla, no se toca el tema, no se enfrenta. Otra forma de descalificación es entender que el problema existe, pero al creer que no se puede hacer nada al respecto, se lo entiende como un problema sin solución, nada puede resolverlo. La tercera forma de descalificar es entender que el problema existe, que hay soluciones, pero que soy “yo” el que no puedo hacer nada la respecto, las soluciones les corresponden a otros y están fuera de mi alcance.
Muchas veces estas situaciones se dan por falta de información sobre los problemas de salud que puedan afectar a una persona. Por otro lado en Argentina aún tenemos mucho que construir con respecto a la salud mental, la cual muchas veces en las agendas políticas deja de ser prioridad. Tenemos aún una ley de salud mental incompleta que no da muchas respuestas ante situaciones difíciles y que debido a esto sigue estigmatizando a familias y personas.
Claves para ayudar al paciente desde la familia
Más allá de esto hay varias maneras en las que como familia podemos ayudar a quien padece un trastorno. En primer lugar, informándonos. Cuanta más información se tenga sobre el trastorno que la persona posee, más se entiende al trastorno y al paciente. Es conveniente que esta información sea brindada por los profesionales con los que se trabaja, evitando buscar datos, que no siempre son acertados, en internet y redes sociales.
Es algo positivo y que demuestra mucho compromiso el hecho de ser colaborativos con lo que el profesional pide, permitiéndose recibir instrucciones de lo que conviene o no hacer. Es bueno tener en cuenta, asimismo varias cuestiones prácticas que ayudan a poder sobrellevar mejor los momentos difíciles y prevenir situaciones tensas. Por ejemplo: no juzgar o culpabilizar al paciente o sí mismos como familia, nadie tiene la culpa de una enfermedad. No forzar a la persona animarse a sentirse bien, ya que es algo que está fuera de su alcance. No infravalorar su enfermedad, ya que se estaría dentro de estas conductas improductivas de las que hablamos. No sustituir a la persona con algún trastorno en todas sus tareas, sino más bien acompañarlo y posibilitarle hacerlas. Si se lo coloca en un lugar de sobreprotección, se está dando un refuerzo positivo a su trastorno. Es bueno también ayudar y ayudarse a aceptar la enfermedad.
Aceptación Versus sobreprotección
La familia es la que brinda los vínculos más cercanos que esta persona posee. Cuando en el ámbito familiar se brinda un ambiente de aceptación incondicional, la persona enferma puede tener mayores espacios de crecimiento. Es bueno destacar que es muy diferente hablar sobre aceptación incondicional que hablar de sobreprotección. En la aceptación incondicional se demuestra amor hacia la persona aunque a veces no se aprueben sus conductas, mientras que en la sobreprotección se niegan conductas que son negativas y se apañan las mimas.
Hay mucho en lo que es necesario crecer como sociedad, para que los trastornos mentales dejen de ser un tema tabú y estigmatizado. Históricamente se unía al trastorno mental a temas demoníacos o de oscurantismo, y aún siguen llevando ese estigma. La ciencia avanzó, las enfermedades se comprenden mucho más, hay tratamientos y medicación, que si la familia colabora a que se lleven adelante le brindan calidad de vida a la persona. Por lo tanto es necesario que como sociedad maduremos en la comprensión y aceptación de estas realidades.