La polenta es un plato tradicional italiano elaborado con harina hervida, cuyo origen se remonta a la Grecia Clásica y al Imperio Romano, donde se asentó como un plato muy popular y, al ser muy nutritivo, se convirtió en el más consumido por las legiones romanas. Hoy en muchos países es un plato muy popular y calórico ideal para los días de mucho frío.
Receta de cómo hacer la polenta
Ingredientes
- 1 taza polenta (Harina de maíz gruesa)
- 2 y ½ tazas de caldo de gallina desgrasado
- 2 trazas de leche
- 1/4 de taza de cebolla de verdeo picada, (Cebollín)
- 3 cucharadas manteca
- al gusto Sal y pimienta
- 1 cucharada aceite de oliva
Preparación
- Paso 1: Empezamos picando las cebollas y luego la rehogamos en una sartén con una 1 la cucharada de aceite y sal. Reservar.
- Paso 2: Por otro lado en una olla o recipiente apto para el fuego, mezclaremos la polenta (harina de maíz) con el caldo de gallina, la leche y una cucharadita de sal. Llevar a hervor revolviendo con cuchara de madera, sin dejar de revolver para evitar la formación de grumos. Cocinar aproximadamente unos 15 minutos a fuego suave hasta que espese y éste bien cocida, revolviendo continuamente.
- Paso 3: Retirar del fuego, incorporar la cebolla rehogada, y las 3 cucharadas de manteca. Mezclar todos los ingredientes, hasta formar una polenta bien cremosa. Reajustar la sal y pimienta si fuese necesario.
- Paso 4: Servir bien caliente.
Beneficios de la polenta
- Es fuente de vitaminas y minerales, sobre todo la vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de los pulmones, riñones y corazón; vitaminas del grupo B, esenciales para las reacciones mediante las cuales se obtiene energía, y minerales como hierro, zinc, magnesio o potasio.
- Es fuente de antioxidantes, como los carotenoides y compuestos fenólicos, que protegen las células de los daños provocados por el estrés oxidativo.
- Es fuente de energía, da sensación de saciedad y no tiene gluten. El maíz utilizado para elaborar la polenta es rico en almidón y carbohidratos complejos, principalmente amilosa y amilopectina, que se digieren lentamente, nos proporcionan energía a largo plazo y hacen que nos sintamos saciados más tiempo. Por lo tanto, es un excelente sustituto de la pasta y, al no tener gluten, es apta para celíacos.
- No aumenta los niveles de azúcar en sangre, es decir, su índice glucémico es bajo, gracias a sus carbohidratos de asimilación lenta.
- Es rica en fibra, por lo que favorece la digestión.
- Fortalece los huesos, por su contenido en magnesio, manganeso y calcio, nutrientes necesarios para el buen estado de nuestros huesos y dientes.
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