Orgullo argentino: la historia de una de las deportistas de esgrima más prometedoras del país - Revista Para Ti
 

Orgullo argentino: la historia de una de las deportistas de esgrima más prometedoras del país

Un mano a mano con la joven esgrimista argentina que sueña con la medalla olímpica.
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¿Qué define que un deporte sea asociado a un género? Con cada vez más celeridad se agota el mito que asocia a los hombres a algunas prácticas, habiendo cada vez más mujeres destacadas que profesan su amor y dedicación como profesionales.

Inquieta y curiosa, la esgrimista Elina Blaquier (22) es una de ellas, dedicándose a un deporte que hasta hace no mucho era considerado solo de hombres. Reparte su tiempo entre sus pasiones: la esgrima, la fotografía, y su amor por los caballos, actividades e intereses qué, según ella, la llevaron desde muy chica a recorrer el mundo. No solo viajó para perfeccionarse como espadachín y representar a la Argentina en diversos torneos internacionales, sino que también le sirvieron para descubrir las diferentes culturas y personajes planetarios, a través del ojo de su cámara.

La esgrima, dice llegó a su vida para “poner eje a su carácter inquieto”. No por casualidad, famosos y celebridades de la talla de Tom Cruise, Will Smith, la estrella del Futbol inglés, David Beckham y el mismísimo fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, son fanáticos de este deporte, no solo por la elegancia que reviste, sino porque es considerado uno de los más completos a nivel físico y mental pues requiere de gran concentración y agilidad. Es el “soporte perfecto para una semana agitada, porque es a la vez social y deportivo, mental y atlético, y controlado sin embargo algunas veces indisciplinado”, llegó a escribir sobre la esgrima, el magnate de Silicon Valley.

Mucha constancia y algo de desparpajo, asegura Elina que le sirvieron para encarar con perseverancia este deporte. Virtudes que supo aprender de su madre Fernanda Pirosanto (Gerente General para América del Sur & Central de Pandora). “La admiro muchísimo porque es una trabajadora incasable y nos crió a mí y a mis hermanos mayores (Gastón 25 y Matías 23) con mucho esfuerzo y valores, cuando las cosas no eran fáciles. Gracias a ella me animé a conocer el mundo, y siempre apoyo mis locuras y mis sueños con una paciencia infinita. Es mi ejemplo a seguir” confiesa en una entrevista brindada al equipo de Para Ti.

Para Ti: ¿Siempre fuiste inquieta?

Elina Blaquier: Nací en Coronel Suárez, así que desde chica me crié en el campo y entre animales, y según mi mamá era un terremoto. Cuando tenía seis años nos mudamos a la Capital, y pasé de vivir en un lugar sin límites a un departamento con espacio reducido. Pero la energía seguía igual de intensa, así que me inscribieron en todos los deportes posibles para descargarla.

Hice natación, tenis, equitación, y fui a decenas de colonias con actividades, pero todo me aburría y dejaba de ir.

PT: ¿Cuándo comenzó tu interés por la esgrima?

EB: Tenía once años cuando nos mudamos un departamento cerca del Club Francés. Alberto, el guardia, me saludaba todos los días cuando iba y venía del colegio, y nos fuimos haciendo amigos. Un día me preguntó si sabía lo que era la esgrima. Yo no tenía idea, pero cuando él me contó, y me dijo que podía aprender en el club, me encantó y tuve ganas de probar ese deporte que parecía salido de los cuentos. La volví loca a mamá hasta que me anotó , y esa misma semana comencé las clases con los maestros José Félix Domínguez y Sergio Bernabeu quienes al día de hoy  siguen enseñándome.

PT: ¿Qué fue lo que hizo que no abandonaras la esgrima, que no te aburriera como otros deportes o actividades?

EB: Es un deporte siempre diferente, en el que debes reinventarte, mantener una estrategia, una fuerza, es muy completo y te obliga a usar todos los sentidos y a utilizar muchísimo la cabeza, porque se trata de engañar al contrario. Es como un ajedrez en movimiento Soy muy ansiosa, y a veces la ansiedad y el querer hacer todo rápido, hace que me aburra de lo que estoy haciendo o me frustre cuando algo no me sale. Pero José y Sergio, con mucha paciencia, siempre supieron cómo ayudarme.  A lo largo de mi historia como esgrimista, incontables veces se sentaron conmigo a charlar y ayudarme a bajar a tierra. Creo que una de las grandes razones por las cuales continúe con la esgrima, y no me pasó como con otros deportes, es porque tuve grandes maestros que me ayudaron, acompañaron y enseñaron mucho más que esgrima.

PT: ¿Cuándo empezaste a competir?

EB: Tenía 16 cuando José me dijo que estaba lista para competir en la categoría cadetes. Era la última fecha del año, y había un campeonato nacional en Córdoba. Me daba miedo, pero a último momento me animé, y me tomé un vuelo que salía a la madrugada y llegué justo para la competencia. Me acuerdo que estaba súper nerviosa.  Perdí en cuartos de final con una chica del equipo nacional de cadetes, pero me subí al podio por primera vez, ¡y con una medalla de bronce en mi primera competencia de esgrima!

PT: Tuviste oportunidad de prepararte y competir en Europa.

EB: ¡Fue una experiencia increíble! En el verano del 2018, Viaje 3 meses a Europa a entrenar esgrima en Londres, en la sala de León Paul. Tenía 18 años y era la primera vez que me iba tanto tiempo lejos de casa y sola, pero estaba muy contenta porque me estaba yendo a hacer lo que más me gusta. Allí entrene con Kenichi Yamamoto, quien fue quien me preparó en la pretemporada de Esgrima. Como quería aprovechar el viaje al máximo, me tomé vacaciones para viajar en tren sola por Europa. Así que armé un bolso chiquito, y me fui a recorrer Italia, Austria, Hungría, República Checa con mi cámara al hombro, que es mi compañera indispensable.

En ese viaje conocí a mucha gente, y, ¡perdí muchos trenes! pero más que nada aprendí muchísimas cosas. luego volví a Londres a continuar con mi entrenamiento y prepararme para competencias futuras, en la última semana de febrero competía en Peterborough en la Copa del Mundo de Esgrima Femenina de mujeres. Al año siguiente repetí la experiencia. Mas entrenamientos, más competencias y más lugares por conocer.

PT: ¿Seguiste sacando fotos?

EB: Siempre. Empecé como amateur, pero me fascinó tanto que me inscribí para estudiar Comunicación audiovisual en la Universidad de Palermo, y así aprendí a manejar una cámara de fotos y profesionalizar mis habilidades de fotografía. Para mi es indispensable viajar con mi cámara de fotos, es lo primero que pongo en la valija

PT: ¿A quién admirás o es tu referente en este deporte?

EB: Admiro mucho a mi maestro José (Domínguez) y a su hijo Koko, son dos personas que a lo largo de mi carrera como esgrimista me ayudaron muchísimo y me tuvieron mucha paciencia. A veces, cuando llegaba a la sala triste o enojada y José se tomaba el tiempo de sentarse conmigo a charlar para que pudiese disfrutar el tiempo y dejar los problemas afuera de la esgrima.
En cuanto a Koko, su hijo, desde chica lo admiraba porque escuchaba como todos hablaban de El Gran Koko, con su guante lleno de sellos de todas sus competencias alrededor del mundo. Me acuerdo cuando regresó con su medalla de plata de los Juegos Sudamericanos de Toronto del 2015. ¡Era mi héroe!  Como entrenábamos juntos, lo fui conociendo más, y nos hicimos amigos. El me ayudó mucho en mi carrera. Hace algún tiempo me regalo su guante lleno de sellos, que lo atesoro como mis medallas.

PT: Muchos consideran la esgrima como un deporte masculino, ¿tuviste dificultades por ser mujer?

EB: En los Juegos Olímpicos se han añadido todas las armas femeninas [hasta 2004 el sable no era categoría para mujeres]. Yo no tuve dificultades, pero es una realidad que en la dupla deporte y ser mujer siempre hay  menos apoyo. Las mujeres tienen menos referentes para animarse a practicarlo.

PT: También te gusta mucho la equitación…

EB: Crecí entre caballos y mis tíos y mis primos me enseñaron a montar desde muy chiquita. Siempre fue mi animal preferido, porque es muy noble. Desde hace algunos años empecé a dar clases para niños, porque me entusiasmaba ver como disfrutaban cuando aprendían a andar. No por nada desde siempre era la que en el campo los más chiquitos me pedían que los llevara a dar una vuelta a caballo. Como me gustaba tanto, empecé a leer mucho sobre ejercicios de equitación para niños y principiantes. Es raro, pero, así como soy inquieta, cuando doy clases tengo una paciencia infinita. Me genera mucha felicidad ver cómo se pueden conectar los chicos con los caballos. Como se da esa confianza, y esa alegría de estar juntos.

PT: ¿El deporte es algo que le viene de familia?

EB: Todos somos muy deportistas. Tengo primos que juegan al polo muy bien y desde hace años, y otros como mi prima Caro que es una gran esquiadora El deporte es salud para tu cuerpo, para tu cabeza y para tu espíritu. Practicar esgrima me ha dado más allá de lo deportivo, me enseño valores.

PT: ¿Virtudes y defectos?

EB: Tengo mucha paciencia con la gente, en especial con la que quiero mucho. Soy extrovertida, tengo cero vergüenza a la hora de tener que hablar con alguien. ¡Puedo hablar horas con alguien que recién conozco! Soy muy curiosa e independiente, y lo reflejo con mi amor por la fotografía, me encanta descubrir lugares, personas. Por eso amo viajar, conocer el mundo, las diferentes culturas. A los 18 me fui sola a recorrer Europa, ¡y fue increíble!

Mi defecto es que a veces soy un poco intensa Quiero que todo este perfecto, así que puedo ser algo molesta cuando eso no pasa ¡Demasiado perfeccionista y exigente!

PT: ¿Tu sueño?
EB: Recorrer el mundo  llevando mi amor por la esgrima y los caballos y  por supuesto, ganar una medalla olímpica en esgrima, ¡la más dorada posible!

Más información en parati.com.ar

 

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