Desde hace más de un mes en Argentina nos encontramos, en los paquetes de muchos alimentos, los octágonos negros con diversas leyendas.
Estos son partes de la Ley de Etiquetado Frontal, que tiene como objetivo promover la alimentación saludable, evitar la malnutrición y advertir sobre el exceso azúcares, grasas, grasas saturadas, calorías, sodio, alcohol y edulcorantes no calóricos en la composición de los alimentos envasados.
Quiero dejarte una guía para que comiences a utilizar el etiquetado frontal y, así, que puedas llevar adelante una alimentación más saludable:
Alimentos exentos
Las materias primas como azúcar, aceite vegetal, frutos secos y sal de mesa quedan exentos de colocar los octágonos negros, por lo cual es importante que este tipo de alimentos sean usados como condimentos dentro de las preparaciones y no como ingredientes principales.
Por ejemplo, una cucharada de aceite para condimentar una ensalada es beneficiosa para nuestra salud cardiovascular, por el contrario, usar el mismo aceite para sofreír o freír papas termina aportando exceso de grasas y calorías.
Exceso de azúcares
El rombo exceso de azúcar en una primera etapa será para alimentos que tengan más de un 20% o más de la energía total del producto y en la segunda etapa un 10% o más.
Es recomendable dejar estos alimentos para consumo ocasional, salvo en casos puntuales, como para quienes practican algún deporte.
Grasas totales
Grasas totales, en una primera etapa en 35% o más de la energía total y en la segunda etapa un 30% o más.
Estos alimentos no se recomiendan en personas que estén realizando un plan alimentario que tenga como objetivo bajar la grasa corporal. No obstante, en pequeñas porciones y durante las etapas de crecimiento o de aumento de peso (en el contexto de una alimentación saludable), nos pueden ayudar a cubrir las calorías totales que necesitamos.
Por ejemplo, una barrita de cereal a base de frutos secos, maní o mantequilla de maní, nos aporta grasas saludables, minerales y vitaminas, y puede ser una excelente colación, aunque venga rotulada con este logo.
Grasas saturadas
En la primera etapa llevarán el octágono los alimentos con 12% o más del total de la energía y en la segunda etapa el 10% o más de la energía.
El consumo de este tipo de grasas en exceso es perjudicial para la salud cardiovascular, por esto este tipo de alimentos deberían evitarse en casi todos los contextos, al menos que usemos ínfimas cantidades para cocinar o condimentar un producto.
Exceso de sodio
Aquí es importante diferenciar alimentos de bebidas: deberíamos evitar los alimentos con este octógono. También las bebidas, exceptuando de las que están diseñadas para el deporte, donde el sodio es fundamental para una correcta hidratación.
Exceso de calorías
Es para alimentos que tiene 3 veces más aporte de calorías que gramos de este (en la primera etapa). Este logo nos ayuda a tener una noción de las calorías que consumimos a diario, es recomendable evitar este tipo de alimentos si buscamos bajar de peso.
No obstante, pero en condiciones de frío extremo, en la práctica de deportes al aire libre, en jornadas laborales largas (y que requieren un elevado gasto energético) pueden ser válidos como colación, si es que no tienen otro logo adicional. Por ejemplo, una barrita energética como desayuno de un peón de campo o colación para una tarde de esquí.
Edulcorantes y cafeína
Los alimentos rotulados con estas leyendas, tal como los dice el logo, deben ser evitadas en niños, ya que son dos componentes no recomendables en su alimentación.
Qué sucede si un alimento light tiene el logo al igual que su versión original
Por ley, un alimento light tiene un 30% o menos de sodio, calorías, grasas o azúcares que su versión original (independientemente de la ley del etiquetado frontal). Por esto mismo ambos pueden tener logo, teniendo composiciones nutricionales completamente diferentes. En este caso es importante leer la lista de alimentos y la tabla nutricional en el momento de elegirlos.
En resumen, la recomendación es evitar todos aquellos alimentos que tengan 2 o más logos juntos y evaluar el contexto de consumo de aquellos que tengan uno solo.
Fuente: Lic. Valentina Martinez (MP 4452/ MN 9394), UNLP. Nutrición clínica y Esp. en veganismo y vegetarianismo (@cocinandoando_)