Tres primos llamados Lucía, Jacinta y Francisco estaban en el campo cuidando de las ovejas, en la zona de Cova da Iria. A mitad de la mañana comenzó a llover, por lo que buscaron un lugar en el que refugiarse.
De pronto, comenzaron a ver una luz blanca que se salía de entre los árboles. Se acercaron y descubrieron que había una mujer vestida de blanco con un rosario en las manos. Según su testimonio, se trataba de la Virgen María, quien les hizo un pedido: que regresaran allí el día 13 de cada mes. Los tres estaban asombrados y volvieron rápidamente al pueblo para contar lo que había sucedido.
Los niños no sólo cumplieron la promesa, sino que continuaron teniendo apariciones, las que comentaban con sus vecinos. Eran todas el mismo día, el día trece, y en los meses de junio y julio.
En la segunda aparición, en junio, contaron que la Virgen les había anunciado que dos de ellos, Jacinta y Francisco morirían pronto. Y así sucedió, en diciembre del año 1918, a causa de una epidemia de "gripe española" Francisco y Jacinta cayeron enfermos. Meses más tarde, en abril, Francisco murió.
Por el contrario, Jacinta mejoró de la gripe pero su salud se resintió de nuevo a causa de otra enfermedad. Cumpliéndose lo que la Virgen había predecido, murió el 20 de febrero de 1920.
En todas sus aparaciones la Virgen hizo un especial inciso sobre el rezo del Rosario, y les pidió a la niños que cuando lo rezaran, después de cada misterio dijeran: ‘‘Oh Jesús perdónanos por nuestros pecados, líbranos del fuego infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de tu Divina Misericordia’’.
La última aparición de la Virgen tuvo lugar el 13 de octubre de 1917. En ese día se produjo el llamado "milagro del sol" cuando después de una llovizna, el sol arrojó una luz diferente a la habitual, según afirmaron varios testigos que presenciaron el fenómeno en aquel entonces. Algunos contaron que el suelo y la ropa, que estaban mojados por la lluvia, se habían secado al instante milagrosamente.
El hecho fue presenciado por miles de personas que se congregaban los días 13 de cada mes, atraídos por los dichos de los pastorcitos.
Uno de ellos fue Juan de Machi, quien describió así el momento: “ante los asombrados ojos de la multitud, cuyo aspecto era casi bíblico, esperando y ansiosamente mirando al cielo, el sol tembló, realizó inesperados e increíbles movimientos fuera de todas las leyes cósmicas, el sol ‘bailó’, de acuerdo a una expresión típica de la gente.”
Los secretos de Fátima
Según contó Lucía, el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria, la Virgen les contó lo que se conoce como la "profecía de Fátima", que consta de tres mensajes que la Santa Sede reveló durante el pontificado de San Juan Pablo II.
En uno de ellos, la Virgen hace hincapié en la importancia del rezo del Rosario para la conversión de las almas. En otro pidió la construcción de una capilla en el lugar de las apariciones.
Otra de las revelaciones fue la "visión del infierno". María les contó lo que les espera a las personas después de la muerte si no se arrepienten. Además, mencionó una guerra que comenzaría durante el pontificado de Pío XI. Y acertó, ya que la Segunda Guerra Mundial estalló en 1939.
Los papas y la Virgen de Fátima
El Papa Pío XI concedió el 1 de octubre de 1930 una indulgencia especial a los peregrinos de Fátima. Años más tarde, en 1942, Pío XII consagró la humanidad al Inmaculado Corazón de María. Además, el PapaJuan Pablo II visitó personalmente el lugar de las apariciones en tres ocasiones. Una de sus visitas más relevantes fue cuando le entregó a la Virgen la bala con la que le habían disparado en la Plaza de San Pedro, que se produjo el 13 de mayo de 1981, hecho del que hoy se cumplen cuarenta años.
Por su parte, Benedicto XVI visitó personalmente el lugar de las apariciones y consagró a todos los sacerdotes al Inmaculado Corazón de María. Fue el PapaFrancisco quien consagró su pontificado a la Virgen de Fátima y en mayo del 2017 visitó el Santuario para conmemorar los 100 años de las apariciones.
En la actualidad, en el lugar de las apariciones se encuentra el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, lugar visitado por miles de personas provenientes de todo el mundo.