Las plantas están cada vez más presentes en la decoración de interiores. Sobre todo luego del atípico 2020 -y parte del 2021 también-, en donde muchas personas decidieron amigarse con ellas y poco a poco comenzaron a introducirse en el mundo de la botánica, incorporando algunas especies fáciles de cuidar a sus diferentes ambientes, casi como a modo de sentirse en contacto directo con la naturaleza en medio de tanto encierro e incertidumbre.
Y así como existe una larga lista de plantas que se pusieron de moda en el último tiempo, los árboles de interior también se convirtieron en un auténtico boom y conquistan todo tipo de casas: desde las más nórdicas, minimalistas y mediterráneas hasta las más clásicas y rústicas. Y el olivo es uno de los favoritos, no sólo por su increíble resistencia y escasos cuidados, sino también por su belleza única que llama la atención y conquista a primera vista.
Bajito y leñoso. Símbolo de paz y celebración. Así es el olivo, el árbol que se convirtió en el objeto de deseo a la hora de decorar los más diversos ambientes.
Queda divino en esquinas, cerca de las ventanas y presentado -en su gran mayoría- en macetas en formato XXL, ya sean de cemento o de fibras naturales. Pero en cualquiera de los casos, hay algo que es seguro: aporta un toque natural muy elegante y sutil.
El olivo: un árbol con historia y decoración
El olivo es originario de Asia Menor, pero se cultiva en el Mediterráneo, en Grecia, España y en el sur de Italia. Se dice que llegó a América en el segundo viaje de Colón y los colones españoles lo esparcieron por todo el continente: así llegó también a estas tierras.
Cómo cuidar un árbol de olivo en interiores
Si bien es cierto que es un árbol de exterior, siempre que se le garanticen las condiciones adecuadas de atención, puede vivir sin problemas en cualquier espacio interior.
Como punto de partida, los expertos recomiendan elegir un árbol que tenga tronco y por lo menos cuatro ramas y algunas hojas.
- Maceta: para que crezca bien y prospere, tiene que ser de unos 50 cm como mínimo. Si son de arcilla mucho mejor, ya que permiten que las raíces transpiren. Dato: cuando se cultiva en maceta, es raro que supere los 3 mts de altura.
- Ubicación: lo ideal es colocarlo cerca de una ventana y en un espacio amplio y bien iluminado. Se recomienda sol directo al menos durante unas seis horas diarias.
- Temperatura: no soporta demasiado las heladas ni los cambios bruscos de temperatura.
- Riegos: durante el primer año (o en pleno verano) conviene regarlo con cierta frecuencia para ayudar a que arraigue, pero luego es mejor esparcir los riegos para que sus raíces se comiencen a extender. Pero una vez que creció, hay que evitar el riego frecuente ya que el olivo no tolera el exceso de humedad ni los encharcamientos.
- Sustrato: a la hora de preparar el sustrato para el olivo, apostá por turba mezclada con grava o arena para hacerlo más ligero y mejorar su drenaje, que es el único punto realmente importante en este aspecto.
- Fertilizante: con un aporte anual de abono, es más que suficiente. Eso sí, se recomienda apostar por uno orgánico (compost o estiércol) y siempre colocarlo alrededor árbol, es decir, en el área delimitada por la copa.
Cuándo y cómo reproducir el olivo
Lamentablemente, el olivo es un planta que no se multiplica bien por esquejes ya que enseguida es atacada por hongos. Por eso, los expertos recomiendan hacerlo a través los chupones -'hijuelos' que brotan en el tronco- a finales del invierno, justo antes de que el árbol reanude su crecimiento.
Paso a paso: cómo multiplicar el olivo mediante chupones
1. Seleccionar el chupón y cortarlo cuidadosamente con la ayuda de una cuchilla.
2. Plantarlo en una maceta de unos 10,5 cm de diámetro con el sustrato adecuado.
3. Mantener la maceta con el chupón en un lugar bien iluminado pero al resguardo de los rayos directos del sol.
4. Mantener húmedos el tallo y las hojas. Para eso se recomienda utilizar un pulverizador manual. Este punto es fundamental para que la rama comience a generar raíces.
5. Para que haya más posibilidades de éxito, se recomienda utilizar enraizantes caseros.
6. Dependiendo del clima, entre los 15 y los 22 días comenzarán a aparecer hojas nuevas en el tallo, lo que significa que las raíces ya están asentadas y se puede transplantar al lugar -o contenedor- definitivo.