El trasplante de útero es, en la actualidad, una práctica que se lleva adelante en distintas partes del mundo y que tiene por finalidad permitir ser madres a mujeres que, por cuestiones congénitas o adquiridas, carecen de la posibilidad de gestar en su propio útero.
Existen patologías congénitas en donde las pacientes nacen sin útero o éste es deficiente desde el punto de vista funcional, como así también casos en los cuales, por distintos motivos, pueden experimentar la pérdida de este órgano.
Una de las soluciones es la posibilidad de gestar en un vientre o útero subrogado, proceso que todavía -y por distintas razones- no se encuentra del todo incorporado en el campo de la fertilidad en nuestro medio.
El trasplante de útero en el mundo
Desde sus orígenes en Suecia, a cargo del Dr. Mats Brännström y su equipo, el trasplante de útero fue pasando por distintos procesos: éticos, técnicos, quirúrgicos y en la forma de seleccionar a las donantes/receptores del órgano a trasplantar.
La modalidad más frecuente utilizada en el mundo es con donantes vivas, es decir, pacientes sanas que proporcionan su útero para que otra mujer pueda recibirlo y cumplir con el fin de gestar. Este es un punto importante de discusión, dado que dos mujeres deben pasar por un proceso quirúrgico en donde la finalidad es que una tenga un hijo y se diferencia de otros, donde el objetivo es prolongar la vida mediante la donación de otro tipo de órganos, como riñón, hígado, etc.
Otros investigadores desarrollaron líneas de trabajo sobre donantes cadavéricos, lo cual plantea una reducción en el riesgo quirúrgico de la donante y facilidad potencial al acceso del órgano. El primer país que exitoso en este procedimiento fue Brasil.
Hasta la fecha, se han logrado 70 trasplantes en todo el mundo.
Desde el aspecto ético, el trasplante de útero es el único que tiene una temporalidad determinada: el órgano se mantiene solamente para la gestación y luego se remueve para que la paciente no tenga que ser inmunosuprimida de por vida.
En qué estadio se encuentra el trasplante de útero en la Argentina
En la Argentina, existen grupos de trabajos interesados en poder llevar adelante este proyecto y vienen trabajando desde hace bastante tiempo con entusiasmo. Uno de los grandes dilemas que se enfrenta es la posibilidad de contar con una regulación para llevarlos adelante ya que, por la experiencia mundial, la modalidad debería ser la de donantes vivas.
La mujer receptora es asesorada sobre la modalidad de generar embriones in vitro para luego ser transferidos al útero trasplantado. Si la paciente cuenta con óvulos propios, se realiza la estimulación, su extracción y la fertilización asistida.
Luego, yras confirmar la vitalidad y funcionalidad del órgano trasplantado, se realiza la trasferencia del embrión para lograr el embarazo deseado.
Finalmente, se plantea un nuevo interrogante sobre qué hacer con el útero. Algunos equipos optan por la histerectomía (quitarlo) luego del nacimiento para evitar continuar con la terapia inmunosupresora en la paciente.
Para que la funcionalidad del órgano trasplantado se mantenga adecuada, se requiere una perfusión y vascularización óptima de todo el útero, lo cual representa un gran desafío -desde el punto de vista técnico- al momento de realizar el trasplante.
En el Hospital Italiano, hay un equipo multidisciplinario y, a su vez, trabaja juntamente con distintos grupos del país, con la Sociedad Argentina de Trasplante y con el INCUCAI, con el objetivo de lograr el primer trasplante uterino.
La habilidad y el expertise del equipo quirúrgico experto en cirugías ginecológicas de complejidad, sumado a la posibilidad de contar con equipos especializados en trasplantes de órganos y en centros médicos de vanguardia es fundamental para llevar adelante estas intervenciones.
Fuente: Dr. José Saadi, jefe de la sección Cirugía Endoscópica, Servicio de Ginecología, Hospital Italiano de Buenos Aires.
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