De acuerdo a la información de un reciente estudio, se reveló que a pesar de los progresos significativos en la agenda de la salud femenina y de la lucha por la igualdad de género, la menstruación sigue siendo un tema tabú para una gran cantidad de mujeres argentinas.
Según este análisis, sólo un 42% de las participantes en la encuesta consideran apropiado dialogar abiertamente sobre el ciclo menstrual, lo que evidencia una incomodidad que rodea a este proceso natural. El mismo fue llevado por Essity, propietaria de marcas como Nosotras, TENA y Calipso.
El estudio incluyó a 600 mujeres argentinas de diversas edades y estratos socioeconómicos, y aquí se determinó cómo perciben y manejan su salud íntima. Esto develó diferencias generacionales notables: las mujeres más jóvenes tienden a tener una visión más natural de la menstruación y no sienten la necesidad de disculparse por el aspecto u olor durante su período.
A medida que aumenta la edad, también lo hace la inseguridad y la vergüenza asociada a la menstruación y al aspecto u olor de la zona íntima. Siguiendo lo expresado por Florencia Sande, Brand Manager, la menstruación genera sentimientos de incomodidad en las mujeres más adultas.
“Estas actitudes se reflejan también en las opiniones sobre las relaciones sexuales durante la menstruación. Aunque la mayoría está de acuerdo con mantener relaciones sexuales durante su período, un 25% de las encuestadas está parcialmente de acuerdo con la idea de que las mujeres no deberían tener relaciones sexuales durante su período porque es desagradable para ellas, mientras que un 18% sostiene que es desagradable para las parejas", sostiene.
"Con los años se fue asimilando la menstruación de otra manera"
Clara Attardo (@claraesiparaadultes), es psicóloga, Mágister en Género Sociedad y Políticas, y creadora de proyectos como Educación Sexual Iintegral para adultos. "Las que no tuvimos educación sexual como derecho y la tuvimos de manera informal, ¿cómo nos enterábamos de la menstruación? Esas historias están llenas de tabúes, de miedos, de silencios, de que la información venía de empresas y ponían a las mujeres separadas de varones. Te daban un mínimo de información y lo ubicaba en una burbuja tabú", expresó en diálogo con Para Ti.
"La experiencia de otras personas fue encontrarse con algo del orden de lo desconocido, de lo poco hablado. Si era una lastimadura o te hiciste señorita, la divulgación de lo que pasaba en el cuerpo a los familiares. Algo muy terrible es que se lo asociaba a que `te tenías que cuidar´ como el fantasma de la violación inmediatamente ligado a quedar embarazada. El riesgo del embarazo estaba ligado a la menstruación y al crecimiento de esa niña. Esto deja muchas marcas en el psiquismo. Con los años, mucha gente fue asimilando la menstruación de otra manera", opinó.
En este sentido, Attardo asegura que el tema se asimila de una forma diferente gracias al cambio generacional y a la mayor información. "Hay mucha desigualdad en el acceso a los productos de higiene menstrual, lo hace que algunas puedan comprarlo y otras no. Esto hace que se ausenten de las escuelas y del trabajo. Es importante que haya acceso a los productos para que puedan hacerse cargo del ciclo y sus características. Tabúes sigue habiendo pero ligado más a las personas adultas con respecto a los fantasmas que había alrededor", agregó.
"En general para las personas que no tuvieron ESI siempre fue un acontecimiento disruptivo ligado a la violencia, lo que te puede llegar a pasar, a la vergüenza. Para cambiar hay que seguir apostando a la transformación, a la puesta en palabras. Hay un cambio en las nuevas generaciones, pero al haber tanta desigualdad y que los productos son caros, hay que seguir pidiendo políticas para que las que no puedan acceder, puedan gestionar su menstruación de la manera más saludable", cerró.
Qué dicen los números al respecto
Aunque el 86% de las encuestadas afirma que la menstruación afecta el estado de ánimo y emociones de las mujeres, cuando se observan los casos particulares, existe otra realidad. El 41% de las mujeres lo ve como algo natural, sostiene que sus síntomas son leves y no afectan su rutina ni sus relaciones personales.
Un 15% asegura que la menstruación no limita su vida, incluyendo su vida sexual. Incluso durante su período, hacen ejercicio o salen con amigos. Por otro lado, un 26% de las encuestadas experimenta síntomas intensos antes y después de la menstruación que afectan sus actividades diarias. Además, expresan sentirse incomprendidas en su experiencia.
En cuanto a la comunicación, las mujeres prefieren hablar sobre estos temas con amigas (20,3%), madres (14%) y su pareja (12,7%), en lugar de con especialistas (11,8%). Esto sugiere que las conversaciones sobre la menstruación y la salud femenina aún son más comunes en entornos privados y familiares, lo que puede limitar el acceso a información precisa y actualizada.
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