Pareja: cuando llega el momento de decir adiós - Revista Para Ti
 

Pareja: cuando llega el momento de decir adiós

Silvia Marino, psicóloga y autora del libro “Desatar lo atado”, reflexiona sobre las separaciones de pareja y brinda herramientas para salir adelante.
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Duelar la separación no es algo fácil de transitar. Silvia Marino, licenciada en psicología (MN 19648) y autora del libro “Desatar lo atado”, reflexiona sobre las separaciones de pareja y brinda herramientas para salir adelante tras el duelo de romper con una relación de pareja.

Señala que el punto de pasar por una ruptura es crecer y aprovechar la oportunidad de mirarse a uno mismo para curar los patrones rotos: "Finalizar un matrimonio en buenos términos requiere de buena voluntad, pero fundamentalmente de inteligencia emocional, ya que debemos enfrentar situaciones adversas, desarrollando así competencias personales", dice Marino.

"Es ponernos a prueba; aceptarnos, salir del ego e ir hacia un yo maduro, es tener claridad y motivarnos a pensar que se puede avanzar, que puede haber un futuro mejor, que ningún dolor es eterno", añade. Para la especialista, "separarse es aceptar que algo no funcionó".

Separaciones conscientes VS. inconscientes

Indica que "en separaciones no conscientes haremos millones de esfuerzos por evitar ese dolor y permanecer en una zona de confort con menos exposición al malestar, aunque allí el vínculo no esté funcionando" y considera que el dolor es necesario para atravesar una separación desde la autenticidad.

Claro que en una separación ocurren muchos conflictos y discusiones. En una separación consciente se deben tener conversaciones que pueden ser difíciles pero necesarias para mantener la armonía pues “la calidad de las conversaciones determina la calidad de las relaciones”.

“En una separación, es clave tener en cuenta el trabajo personal para que cada decisión sea desde un lugar de autenticidad y no de dependencia emocional con el otro. El ancla es la autenticidad para que las cosas fluyan y ver con claridad cómo están pasando. Por esto, la responsabilidad afectiva primero es con uno mismo”, precisa la psicóloga.

Marino destaca que “más allá de los esfuerzos que se hagan para que una pareja siga funcionando, si uno no desarrolla recursos de manera personal para enfrentar los problemas, será muy difícil solucionarlos luego en conjunto”.

Una separación puede traer rencor, despecho y eso es algo que nos hace creer que tenemos la razón, lo cual puede dificultar que veamos nuestras propias faltas”, añade.

Por otro lado, señala que el apego es una de las formas de vincularse que tiene un adulto. Dependiendo del tipo de apego que tengamos será el nivel de dependencia que podemos tener con el otro. El tema es que en una separación el apego se pondrá en juego.

“Si una persona tiene un apego más ansioso, la separación del vínculo será, probablemente, tormentosa ya que dependo de esa relación. Si una persona tiene un apego seguro, la separación de un vínculo se encarará desde un lugar más maduro porque me puedo sentir seguro sin otro”, concluye.

Fuente: Silvia Marino, licenciada en psicología (MN 19648) y autora del libro “Desatar lo atado”

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