¿Quién no se ha encontrado con una falta o dificultad para mantener la erección en algún encuentro?
Todos los varones han pasado alguna vez y van a volver a pesar por esos momentos que los ponen en el lugar de la mal llamada impotencia, ya que la potencia sexual estuvo siempre medida por la erección, su mantenimiento y turgencia.
Siempre dialogamos en las consultas con hombres sobre las ideas en relación al rendimiento y a la potencia sexual, porque es un hecho que en los asados de varones todos hablen de su potencia, de los grandes tamaños, de la cantidad de veces que tuvieron sexo en una noche, de las prácticas que hacen con sus parejas o amantes. Pero nadie, por supuesto, se animaría a decir que a veces o muchas veces "no se le paró".
No hay posibilidades de mostrar la vulnerabilidad en un ambiente de masculinidad rígida.
Los roles y estereotipos de género obedecen a prácticas sociales y son producidas y reproducidas bajo relaciones específicas entre las personas en un contexto histórico y cultural determinado. Nuestra sociedad está atravesando un proceso incipiente de ruptura de estereotipos rígidos ligados a las formas de ser varones.
Cuando no respondemos a lo que se espera de nosotros y nos corremos de la "norma social" del estereotipo de género en el que deberíamos encajar, el sistema patriarcal busca aleccionarnos, disciplinarnos, usando todo tipo de violencias, incluso las que los propios hombres usan para con ellos mismos, como no permitirse consultar a un profesional, automedicarse y no tener comportamientos de autocuidado.
Hay que comenzar a desterrar las ideas de potencia y masculinidad hegemónica en relación a la erección y también al tamaño del pene.
Está bueno saber que la erección siempre puede fallar y que dependiendo cómo lo tomemos en el momento, es que puede convertirse en un padecimiento o en una situación ocasional y pasajera.
Muchas mujeres suelen asociar la falta de erección de su pareja a la idea de: "yo no te gusto" o "yo no te excito", creyendo que son ellas las responsables de esta falta de erección. Esto lleva a que el varón consuma alguna pastilla a escondidas para que ella no se entere de su problema. Esta idea es totalmente errónea, ya que la falta de erección puede deberse a múltiples causas.
Y lo cierto es que los hombres, al estar tan impregnados con estos mandatos de lo que debe ser y hacer un varón en la cama, se encuentran presionados socialmente, por lo cual les resulta muy difícil hablar con alguien y más aún consultar a un profesional.
Qué recomendaciones se pueden dar para quien sufre alguna disfunción eréctil, así como para su pareja
La recomendación es consultar a un profesional de la sexología, para que brinde las herramientas que le permitan salir de la situación displacentera.
La mirada que hacemos desde la sexología integral nos permite trabajar con la pareja -si la tiene-, y lo primordial es educar en sexualidad, brindar información y dar permiso para disfrutar de la sexualidad de modo íntegro, sacando muchas veces el foco de la penetración y enseñando que nuestros mapas eróticos deben ser explorados y nos brindan infinidad de posibilidades de goce.
Consideramos estas áreas de la vida del varón:
- Educación sexual masculina.
- Emociones y erección.
- Salud y erección, tu vida como reflejo de tu erección.
- Consumo de pornografía.
- Relajación, performance sexual y erección.
¡Que el conocimiento sexual nos haga libres!
Fuente: Lic. Analía Lilian Pereyra, Sexóloga Clínica y Educativa. MP: 221.773. IG: @licenciadaanaliapereyra