En tiempos de touch and go y de las multi-task es urgente vincularnos conscientemente, tener un encuentro sexual conectado, aunque no dure mucho tiempo, poder encontrarnos en el momento preciso y disfrutarlo para sentir la plenitud de la toda la sexualidad.
Cuando hablamos de sexo, la mayoría de las personas entienden que nos referimos a la relación sexual, esto es contacto genital con alguien. Así mismo, está bueno aclarar que con el término sexo desde la biología se alude a los órganos genitales (reproductivos) que tiene una persona, pueden ser testículos y pene (varón); vulva, vagina, útero (mujer) y otras formas llamadas intersexuales.
¿A qué se llama SEXO CONSCIENTE? El término refiere a estar en conexión con el presente, estar en el aquí-ahora y de este modo, la relación sexual consciente, sea con alguien o en soledad, implica estar pensando sólo en ese momento, disfrutando y sintiendo lo que ocurre y esto se logra entrenando la mente para que no se disperse.
Cómo hacemos
Una técnica muy eficaz para conectar con el presente, es la práctica de la respiración, lo que suele llamarse pranayama por los orientales (prana es aire, energía vital y ayama expansión de su duración, amplitud y volumen). Hay diferentes prácticas de respiración según el objetivo que se quiera lograr, por ejemplo respiración profunda y sutil para relajarse y respiración rítmica para activar ciertas áreas. Se dice que la mente enfocada erradica muchas dificultades y la respiración ayuda mucho.
Es muy recomendable para varones con eyaculación no controlada (precoz) realizar respiraciones profundas durante el día, al menos 3 veces y por la noche antes de descansar; se debe aprender a inhalar y exhalar por nariz enfocándose en la entrada, recorrido y salida del aire. Esto lleva a la conexión con el momento presente, con el aquí ahora, luego de practicar un tiempo se va transformando en hábito, lo que puede ayudar en el encuentro sexual.
En el caso de mujeres que manifiestan no poder estar enfocadas en el momento del encuentro sexual, también se recomienda realizar 3 veces por día la respiración profunda y abdominal (al inhalar llevar el aire al abdomen, este se infla como un globo y luego exhalar) y también respiración rítmica, que puede ser la llamada “respiración cuadrada” (inhalo en 6 segundos, retengo con aire 6 segundos, exhalo en 6 segundos y retengo sin aire y así reinicia el proceso nuevamente). De este modo la práctica de la respiración, nos ayuda a aquietar la mente y lograr conexión con el presente.
Los órganos de los sentidos son los que nos conectan con el mundo del afuera, con lo que nos rodea, si se puede practicar por momentos la respiración y llevar los sentidos hacia adentro, en la práctica denominada pratyahara se logra muchas veces sentir la plenitud y expansión de todos los sentidos en el encuentro sexual.
Vincularse sexualmente con personas por “deporte”, esto es, porque se tienen ganas y no da para masturbarse o no se dan permiso para hacerlo, puede llevar a no lograr una expansión energética placentera en ese encuentro, ya que no se puede establecer una real conexión emocional.
Muchas veces, en sexología nos encontramos con mujeres que no llegan al orgasmo o que tienen sensaciones orgásmicas casi imperceptibles. El punto es que si no se logra conexión con el propio cuerpo, con el momento y con la persona con la que se está compartiendo el encuentro, quizás el orgasmo –si sucede- puede ser una sensación esporádica, rápida, veloz que suele llamarse “orgasmo de pico”, que se dispara y acaba, que casi no dura en el tiempo y luego queda la sensación de que algo falta.
En cambio, si se está presente, relajada, si la persona se conoce, si hay un ambiente de fluidez y aceptación, de confianza, si se permiten disfrutar todos los sentidos más allá de la penetración genital, podría experimentar un “orgasmo de valle”, que es una sensación placentera que se vive con todo el cuerpo, que se siente por un tiempo prolongado y que continúa más allá del encuentro sexual. ¿Vos lo sentiste?
Vivir la sexualidad de una manera abierta y relajada, sirve para expandirla, explorarla y el cuerpo sabe cómo, porque es éxtasis. Para el tantra, el sexo es una vía que lleva consciencia y expansión, y que sólo cada una de las personas pueden convertir a cada encuentro sexual en ese momento de consciencia expandida.
Cada uno, cada una somos responsables de nuestro propio placer, de nuestro propio goce, de este modo, la entrega y la libertad que nos permitamos en los encuentros será lo que facilite vivenciarla sin condicionamientos y lograr un éxtasis total. ¿Qué tal si probamos?
Fuente: Lic. Analía Lilian Pereyra, sexóloga Clínica y Educadora en Sexualidad Humana (MP: 22-1773), @licenciadaanaliapereyra