Actualmente, mencionar la palabra "dieta" para referirse a una manera determinada de comer resulta un tanto fuera de tiempo. Hace años que los especialistas han cambiando su manera de encarar los tratamientos alimentarios cuando los pacientes que se acercan a ellos buscando cambiar su manera de comer, ya sea por disminuir la grasa corporal, aumentar la masa muscular o debido a alguna condición específica que requiera dejar de lado ciertos alimentos.
La educación alimentaria es la herramienta más efectiva para la salud de las personas, afirma la Licenciada Lic. Araceli Vallone, Nutricionista especialista en obesidad (MN 9739), quien además afirma que "cambiar hábitos es un proceso que lleva tiempo, pero con muy buenos resultados que se pueden sostener a largo plazo. El cambio en el estilo de vida se puede empezar en cualquier momento del año y se disfruta tanto en verano como en otras estaciones", apunta la especialista.
Cuando menciona los "cambios", aclara que se refieren a comer de otra manera y a incluir la actividad física. "Debemos seleccionar alimentos de todos los grupos: carnes magras, lácteos, frutas y verduras, cereales preferentemente integrales y grasas de buena calidad", explica la Licenciada Vallone.
Por otro lado, agrega "Con respecto a la actividad física la recomendación es combinar ejercicios aeróbicos como caminata, running, baile, aqua gym, con ejercicios de fuerza con mancuernas o peso que estimule el trabajo muscular".
¿Qué incluye una alimentación equilibrada? "Pequeñas porciones de alimentos ricos, con mayor contenido de grasa como golosinas, chocolates que comemos por placer. Por eso, no debemos sacarla de la alimentación habitual sino aprender a seleccionar qué es lo que uno quiere comer y en qué momento desea hacerlo", explica Vallone.
Por qué las dietas son peligrosas
- Eliminan grupos enteros de alimentos.
- Producen pérdida de peso rápida, pero a expensas de perder músculo, hueso y agua y poca cantidad de grasa.
- Aumentan la secreción de una hormona que se denomina ghrelina. Esta hormona se libera cuando no hay presencia de alimento en el estómago, aumentando el hambre y también reduce el gasto energético que realiza el cuerpo, por lo que promueve el aumento de peso.
- Hacer “dieta“ aumenta el cortisol que es la hormona del estrés. Solo por el simple hecho de saber que no “debo“ comer determinados alimentos porque están fuera de la dieta estresa el cuerpo y aumenta el deseo de consumir alimentos como golosinas, snacks etc.
Para finalizar, opina la especialista que "un cuerpo sano es, sin dudas, mejor que un cuerpo “flaco” porque un cuerpo sano nos permite hacer todo tipo de actividades. Cada uno de nosotros es único e irrepetible, aceptar nuestro cuerpo tal cual es sin buscar la perfección es lo que nos hace únicos y bellos. Eso no significa que uno no se cuide, sino que no debemos caer en la obsesión de hacer locuras que comprometan la salud solo por llegar con un estilo de cuerpo al verano".
*Agradecemos el asesoramiento de la Lic. Araceli Vallone, Nutricionista especialista en obesidad (MN 9739) / IG: @lic.aracelivallone para la realización de esta nota.