A medida que se van acercando las fiestas de fin de año, muchas personas toman la responsabilidad y liderazgo de ser "superhéroes" para cumplir con las expectativas sociales y familiares de las fiestas perfectas, cargadas de felicidad.
Pero esta gran responsabilidad que asumen puede tener un impacto negativo en la salud física y emocional para quienes llevan adelante esta tarea, dando lugar a un término informal que se utiliza para describir esta tendencia: Síndrome del Superhéroe de Fin de Año.
"El estrés que se genera por organizar la cena de fin de navidad y fin de año, comprar regalos, ambientar la casa, evitar tensiones (sin olvidar Diciembre está cargado de responsabilidades laborales, donde se cierran balances o proyectos de fin de año) genera una presión que excede en muchas ocasiones las capacidades de afrontamiento y las herramientas para llevar adelante la titánica tarea de poder con todo lo que nos hemos propuesto. Toda esta situación puede conducir a quien se ponga la capa de superhéroe a desarrollar síntomas de ansiedad, irritabilidad, malos tratos hacia sus seres queridos, y más cerca de las fechas a un agotamiento físico y mental", comenta el Licenciado Alexis Alderete, especialista en trastornos de ansiedad.
"Por su propia historia personal algunas personas sienten que lo que esperan de ellos es que puedan "hacer todo bien". En lo profundo de su ser tienen miedo de que cualquier error sea interpretado como un fracaso personal y, por eso, intentan controlarlo todo. También otras personas tienen un deseo muy fuerte de que al terminar las celebraciones los demás los llenen de halagos. Buscan el reconocimiento de sus allegados para sentirse personas valiosas y útiles", explica Alderete.
"El impacto no solamente lo sufre la persona que asume este rol, sino también las personas de su entorno, debido a que se vuelven más exigentes con sus familiares y amigos, lo que los hace perder de vista que las fiestas son fechas para conectarse emocionalmente con quienes decidamos compartirlas, y deben ser un momento de disfrute y conexión, más que de responsabilidad", concluye Alderete.
Síntomas físicos y psicológicos
· Agotamiento físico y mental (con una mala calidad de sueño)
· Ansiedad constante o sensación de estar al límite.
· Irritabilidad o explosiones emocionales, donde no pueden gestionar las emociones que van atravesando, pueden aparecer gritos o enojos sin una causa que las desencadena.
· Dificultad para disfrutar de las celebraciones. Les cuesta desconectar y dejar de centrarse en los detalles de lo que podría hacerse mejor.
¿Cómo podemos prevenirlo?
· Que la prioridad sea compartir momentos y no que todo sea perfecto. Ejercitar la flexibilidad.
· Empezar a delegar tareas: Comunicarse con los demás familiares que van a participar del evento para tenerlos en cuenta y así quitarse peso de la mochila de responsabilidades a cumplir. Al delegar tareas en nuestros seres queridos, también les comunicamos que confiamos en ellos.
· Tomarse momentos de descanso: Especialmente en estas fechas donde llega fin de año y las personas sienten que no tienen más energía, es importante durante el día tomarse momentos para no hacer ninguna actividad o dedicarse a una actividad placentera, que no sea vista como una obligación.
Fuente: Alexis Alderete (MP 85367) es Licenciado en Psicología. Egresado de la Universidad del Salvador. Especialista en Trastornos de Ansiedad y Entrenamiento en Habilidades. (Fundación Foro). Posgrado en Sexología Clínica (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana).
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