La capacidad para sentir placer es una de disposiciones humanas que nos acompaña desde los inicios de la vida. El bebé se calma cuando siente que su madre lo alimenta y lo acuna y reacciona con llanto cuando no se cubren las necesidades básicas.
La búsqueda de placer es una de las motivaciones humanas más importantes y se organiza como el centro de las acciones de desarrollo y despliegue. Sin embargo, la vida moderna se cuela en ese deseo esencial haciéndonos creer que lo que hacemos es genuino, cuando en realidad está mediado por las exigencias externas.
¿Qué es lo propio y qué es lo ajeno? Es la pregunta que deberíamos hacernos cuando sentimos que nada nos satisface, cuando llegamos a una meta y se abre otra en forma inmediata sin sentir la más mínima gratificación por lo obtenido anteriormente. La meta es el éxito, la concreción de objetivos que deben ir rotando en una sucesión de propuestas para sentir que la vida tiene sentido.
Estamos preparados para sentir el placer y frustrarnos cuando no se obtiene lo deseado, pero no para ser indiferentes. Los sistemas neurobiológicos que asientan en el cerebro (área prefrontal, cuerpo estriado ventral, área de la recompensa mesolímbica), preparan al organismo para la búsqueda de recompensas y la satisfacción resultante. Y así hasta un nuevo desafío.
Anhedonia: no sentir placer
Se denomina anhedonia a la pérdida de interés por las cosas, la incapacidad para sentir entusiasmo, ganas, deleite, placer en general. La anhedonia es un síntoma que aparece en las depresiones, en la esquizofrenia, en la enfermedad de Parkinson, en la fase de abstinencia de sustancias, en los trastornos de la alimentación.
Sin embargo, más allá de que es considerado un síntoma, en muchas personas aparece como un rasgo de personalidad sin tener estos trastornos citados. En estos casos las personas sienten que pueden seguir con sus actividades y proyectos, no obstante, han perdido las ganas y el disfrute, y abarca tanto actividades laborales, recreativas, familiares como los proyectos en curso.
La anhedonia es un espectro de manifestaciones que incluye la no valoración positiva de las metas, la desconfianza en las capacidades para realizarlas, la interposición de creencias que anulan la motivación, la idealización de otras personas "más capaces" y la falta de satisfacción personal por el logro, lo que repercute en nuevas búsquedas.
Anhedonia social y post pandemia
Un estudio publicado en febrero de 2021 en el Journal Trauma/Stress concluye que las situaciones traumáticas pueden contribuir a la presencia de anhedonia y al aislamiento social. La pandemia significó para muchas personas un antes y un después, tanto que en el relato que hacemos de diferentes vivencias decimos justamente: "antes o después de la pandemia".
Este corte en nuestra vida tiene repercusiones de distinta índole, tanto físicas como anímicas, siendo una de ellas la búsqueda de soledad por la falta de placer en las relaciones sociales. Si bien fue un aire vital salir de los hogares y recuperar espacios de libertad, quedaron secuelas que se traducen en "mejor me quedo", "no me entusiasma salir y escuchar de mis amigas/os las mismas cosas", "prefiero una peli que salir y poner cara de que todo está bien".
Muchas conductas de soledad están marcadas por la falta de sentir placer en los vínculos sociales. El estudio publicado examina una muestra de personas de 20 a 50 años, demostrando que la falta de intereses luego de situaciones de trauma compromete tanto a jóvenes como adultos.
Anhedonia como rasgo
Si bien la palabra anhedonia nombra a un síntoma que aparece en diferentes trastornos (depresión, esquizofrenia, abstinencia de sustancias, etc.), hoy en día adquiere la dimensión de rasgo de la personalidad, es decir personas que no están afectadas por ningún trastorno, pero que se ven impedidas de tener motivaciones y de sentir placer cuando llegan a las metas.
Más allá de factores personales, la vida moderna exige respuestas casi siempre exitosas para estar presentes en el medio social. Más aún, el auge de las redes sociales y de las aplicaciones de contacto que sirven de puntos de conexión también establecen reglas para pertenecer y sentirnos incluidos y valorados por el otro.
Frente a este panorama de tanta demanda del mundo externo, las capacidades personales se exigen para estar a la altura y cumplir, casi como una respuesta condicionada (estímulo-respuesta), que nos deja afuera de cualquier reflexión o valoración personal. Hay que hacer, cumplir, obtener, pasar una valla y sortear otra. ¿Y el placer para cuándo?
¿Qué hacer? 10 consejos para vencer la anhedonia
- La falta motivación y de valoración del placer (anhedonia) puede ser un síntoma psíquico que merece una evaluación médica, psiquiátrica, psicológica.
- No dejar que el síntoma se naturalice, es decir, que se incorpore como una forma de ser.
- La anhedonia puede ser un rasgo que se suma a la personalidad y que se presenta bajo la apariencia de “prefiero la soledad”.
- Una cosa es disfrutar de la soledad y otra es "me aíslo porque nada de lo social me interesa" (anhedonia social).
- Si bien hay toda una “industria de la soledad” (dispositivos, TV, series, delivery de todo tipo, confort hogareño, etc.) la vida social, por más limitada que sea, es importante.
- Muchas personas se anticipan mal a las reuniones sociales, pero salen fortalecidas luego de haber asistido. No dejar que esos pensamientos negativos ocupen el lugar del placer. Es mejor afrontar que evitar.
- Es fundamental "mirarse interiormente" y reconocer las capacidades personales.
- Evitar idealizar y poner en los demás aspectos positivos que no reconozco en mí.
- Hay personas que se sienten "mal" saliendo solas y se quedan en sus casas con la vivencia de impotencia. Estas personas creen que los demás disfrutan por estar acompañados y que es imposible lograr ese placer saliendo solas.
- La soledad forzada actúa como una justificación para la anhedonia social: "para qué voy a salir si no disfruto". Reconocer ese mecanismo defensivo de la justificación ayuda a aclarar el panorama: "salgo o me quedo según lo que deseo, y en ambos casos disfruto por la decisión tomada".