En el mundo animal, la dieta es el factor fundamental para la supervivencia de las especies. Sin embargo, tras la domesticación de perros y gatos, su alimentación comenzó a adaptarse a las necesidades humanas en lugar de las de los animales. Por eso, los especialistas sugieren retornar a una alimentación natural y equilibrada: la dieta BARF.
Nadie puede negar que los alimentos balanceados son una opción sencilla y, dentro de todo, eficiente para alimentar a nuestras mascotas. Pero, con esta dieta, sus necesidades nutricionales no logran estar completamente satisfechas, además de que los vuelve más propensos a distinas enfermedades.
Qué es la dieta BARF
La dieta BARF (acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food) es la práctica de alimentar a los perros, gatos y otros animales domésticos, una dieta principalmente compuesta de alimentos crudos. Este modo de alimentación incluye carne fresca, vísceras, verduras, vitaminas y suplementos de minerales. De esta manera, trata de imitar, en la medida de lo posible, las presas que los canes y felinos cazarían en la naturaleza.
A finales de los años 80, el doctor Ian Billinghurst, conocido veterinario australiano, comenzó a observar la relación entre enfermedades que tenían sus pacientes y su alimentación. En la ciudad alimentaban de forma muy distinta a cómo comían los perros y gatos con los que él había crecido en el campo, siendo el alimento balanceado la opción favorita de los tutores.
A partir de sus estudios, determinó que la nutrición basada en la evolución y naturaleza de los animales era la única manera de mejorar y mantener una salud de hierro en las distintas especies. Así, el doctor Billinghurst fue el primero en comenzar a hablar de este tipo de alimentación, y hasta el momento, escribió tres libros que defienden esta dieta, a la que ya miles de veterinarios al rededor del mundo apuestan.
Los beneficios que trae
Cuando alimentamos a nuestras mascotas con alimento balanceado, podemos estar perjudicando su salud sin saberlo. Por eso, los tutores que se inclinaron por una alimentación natural, notaron rápidamente múltiples cambios positivos en la salud de sus peludos. Entre ellos:
- Un aumento en la energía del animal.
- Una mejora en la piel y el pelaje, tanto el color como el brillo, además de evitar una caída excesiva de pelo.
- Los dientes se mantendrán limpios gracias a los huesos, disminuyendo mal aliento.
- Heces más compactas y menos olorosas.
- Se evita la exposición a químicos, por lo que se aumenta su longevidad.
- El sistema inmunológico se vuelve más fuerte.
- Una menor necesidad de beber agua, puesto que gracias a la carne se mantendrá hidratado.
Qué debe contener la dieta BARF
Si bien este tipo de alimentación contempla mayoritariamente una dieta en base a carnes, no son lo único que necesita tu mascota. De la misma manera, te recomendamos realizar una consulta con un profesional en nutrición animal antes de transicionar a este tipo de dieta en tu amigo de cuatro patas. Una dieta barf correctamente planificada, debe contener:
Carne magra: 70%
Las dietas barf destacan por su alto contenido en carne magra cruda, que es esencial para proporcionar proteínas, aminoácidos y vitaminas. Es crucial entender que este alto porcentaje no implica alimentar exclusivamente con carne magra. Esta categoría incluye también grasa saturada para la energía y órganos musculares como el corazón.
Huesos crudos comestibles: 10%
Los huesos crudos y blandos son fundamentales en las dietas BARF, aportando calcio, fósforo y otros nutrientes esenciales. La cantidad de huesos crudos necesaria varía según cada mascota para asegurar heces firmes y consistentes. Nunca se deben dar huesos cocidos, ya que su estructura molecular cambia durante la cocción, creando astillas que pueden obstruir los intestinos de tu mascota.
Hígado: 5%
El hígado es crucial en las dietas BARF por su contenido en vitamina A liposoluble y vitaminas hidrosolubles. La proporción del 5% es una guía inicial, asegurando niveles adecuados de vitamina A. Para mascotas sensibles a los órganos, incluso una menor cantidad de hígado proporcionará suficiente vitamina A.
Otros órganos: 5%
Órganos secretores como el riñón son igualmente beneficiosos en las dietas BARF, proporcionando minerales esenciales y vitaminas hidrosolubles.
Verduras: 7%
Las verduras son altamente beneficiosas en las dietas BARF, aportando nutrientes esenciales y fitoquímicos, contribuyendo así a una dieta balanceada. Eso sí, siempre asegurate de que no sean tóxicas para el organismo de tu mascota.
Semillas y frutos secos: 2%
Las semillas y frutos secos son ricos en minerales esenciales, ácidos grasos y vitaminas liposolubles. Deben ser remojados y molidos previamente para reducir fitatos, que aunque no son dañinos, pueden reducir la absorción de algunos minerales, y para facilitar una digestión óptima.
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