Como siempre digo e insisto, es importante saber que cuando decimos “somos así” en realidad eso significa: estamos siendo así ahora. Sí, siempre podemos ser diferentes, actuando diferente, incorporando nuevas creencias o eligiendo ciertos valores o fortalezas para desarrollarlas. Me parece importante tomarnos nuestro tiempo y entender la relevancia de salir de pensar “yo soy así” a pensar “yo estoy siendo así, pero podría estar siendo distinta” como base fundamental para poder diseñar un futuro a mi medida. Por tanto, la respuesta a nuestra pregunta inicial es un rotundo sí, siempre y cuando entendamos también de qué hablamos cuando hablamos de mentalidad emprendedora.
Fortalezas, características y las mil y una formas de emprender
El CEO de la consultora Bigelow y experto en psicología positiva, Peter Worrell, realizó un estudio científico para descubrir cuáles eran las fortalezas de carácter compartidas por la mayoría de los emprendedores. Y encontró que, de las 24 fortalezas de carácter, hay 5 que son las más usuales en emprendedores:
• Autenticidad
• Liderazgo
• Ecuanimidad
• Gratitud
• Entusiasmo
Otro punto importante a hora de pensar y repensaros como emprendedoras es que en realidad no hay una sola forma de emprender, sino mil. Según la Real Academia Española (RAE), emprender significa “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierra dificultad o peligro”. Nada menciona sobre si esa obra la hacemos solos, con otros, dentro de una empresa o fuera de la misma. Sin embargo, creo que solemos asociar el emprender con el hacerlo fuera de la relación de dependencia. ¿Por qué? ¿Es el sueldo garantizado la característica que divide las aguas entre emprendedores y no emprendedores? Un empleado de una empresa a quién le dan la misión de abrir una división fuera de su país, ¿es un emprendedor en relación de dependencia?
Un profesional independiente (médico, abogado, limpia vidrios), ¿es un emprendedor por el mero hecho de no estar en relación de dependencia? El tema del sueldo garantizado no es la línea divisoria entre emprendedores y no emprendedores. Conozco muchísimos profesionales independientes que no considero emprendedores, es decir, que no “acometen y comienzan una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”, sino que toman su profesión como algo lineal, que realizan sin empeño alguno (y, en general, así son sus resultados).
Y conozco empleados de empresa que emprenden en nombre de la empresa con la misma pasión que si estuviesen emprendiendo su propio negocio. Estoy convencida de que el emprender es una actitud, una mentalidad, una forma de tomar el statu quo como un punto de partida y usarlo para “acometer una obra difícil y desafiante”. Algunos acometen esa obra difícil, pues tienen como propósito generar un impacto que transforme el mundo; otros, por la posible libertad; otros, por la trascendencia que podría implicar y otros, para lograr un crecimiento económico. Ahora que tenemos bien claro que todos podemos desarrollar una mentalidad emprendedora, te hago la siguiente y también necesaria pregunta: vos, ¿por qué querrías emprender?
Fuente: Fabiana Mejalelaty es economista y mentora de negocios. Estudio en San Andrés, tienen un MBA de la Universidad de Chicago y es fundadora de AlumbraLab, laboratorio de negocios. "Diseño de Vida” es su flamante primer libro.
