La crema pastelera es una de las que más se utiliza dentro del mundo de la pastelería, aunque su origen exacto es desconocido. Algunos aseguran que sus primeras preparaciones se remontan al siglo XVII en Italia, España y Francia. Una de sus primeras elaboraciones se puede relacionar a una receta muy parecida a la crème bruleé, y cuya receta aparece en un libro publicado en 1961, con ligeras variaciones que hacen característica a este receta. Otra preparación muy similar son las natillas españolas. Pero la receta que aquí proponemos es la clásica crema pastelera de las roscas de Pascua y de Reyes, esa con la que rellenamos las berlinesas y los churros (y que también nos encanta comer a cucharadas).
Ingredientes:
- 1/2 litro de leche entera
- 4 cucharadas de fécula de maíz
- 65 gr de azúcar
- 4 yemas
- 1 cucharada de esencia de vainilla
1- En un olla colocá la leche junto con la mitad del azúcar y dejá calentar a fuego medio hasta que hierva. Recordá que debés mover de forma constante para que el azúcar se disuelva y no se pegue. Retirá del fuego y reservá.
2.- En un bol aparte, mezclá el resto de la azúcar con las yemas. Disolvé la fécula de maíz en un recipiente con unas gotas de agua o leche fría hasta que se disuelva bien. Luego, incorporala a la preparación ayudándote con un batidor de alambre hasta que el azúcar se disuelva y la preparación tome un color amarillo uniforme.
3.- Colocá un poco de la leche caliente en la preparación con yemas de huevo, revolviendo de manera constante para evitar que se cuajen. Una vez que las yemas hayan tomado temperatura, sumalas al resto de la leche caliente y volvé a llevar al fuego.
4.- Sin dejar de mover, cociná todo a fuego medio hasta que comience a adquirir una textura espesa, que es la característica de la crema pastelera. Retirá del fuego y deja enfriar a temperatura ambiente. Este es el momento de añadir la esencia de vainilla, mezclando muy bien para que se integre.
5.- Una vez lista la podés colocar en un frasco con tapa hermética y conservar en la heladera.
Tip extra: para evitar que se le forme una película gruesa en la parte de arriba mientras se enfría, tapala con un separador o con film haciendo contacto con la crema. Una vez fría, retiralo y no vas a tener esa textura que puede resultar un tanto desagradable.