En la reciente edición de Casa FOA, Reginal del Carril -psicopedagoga e interiorista- causó impacto con el diseño de un dormitorio para un niño extraordinario, creación proyectada para una persona con discapacidad.
Para diseñarlo, Regina se inspiró en su propia vida como mamá de Iñaki, un adolescente de 16 años con parálisis cerebral severa desde los diez días de vida.
“Fue fuerte exponerme, pero estuvo bueno", contó a Hola! Argentina. "Nunca había participado de FOA y, cuando me invitaron, quise aprovechar la oportunidad para generar conciencia, darle visibilidad a la realidad de muchas personas e instalar el concepto de inclusión en el diseño. Sentí que era hora de mostrar lo que aprendí como mamá de Iñaki y, ahora que el tsunami emocional pasó, siento que no me equivoqué. Después de la feria, me llamó un constructor que quiere proyectar cuartos para personas con necesidades especiales en sus edificios”, agregó la diseñadora, que además es mamá de Mía, de 15 años y está separada del padre de sus hijos, Ignacio Blaquier.
La empresaria explicó además qué le pasó a su hijo, que nació sano aunque muy prematuro. Y que a los diez días de vida, estando en neo, tuvo que ser operado de urgencia, momento en el cual sufrió algun grado de hipoxia cerebral o falta de oxígeno, lo que le ocasionó una parálisis cerebral. "Iñaki nació prematuro, con un kilo cien y 32 semanas de gestación. Después de su nacimiento, tuvo una enteritis necrotizante [es una enfermedad que se produce cuando el tejido del intestino grueso de un bebé prematuro se inflama y muere] y decidieron que lo mejor era operarlo", relató Regina en la entrevista citada.
"Cuando los chicos nacen antes, hay que darles de comer de a poquito porque su intestino aún no está maduro. Hay muchos chicos de Neo que son operados de lo mismo y el intestino vuelve a crecer. Lo que le pasó a Iñaki es que él era muy chiquito al momento de la operación y, en algún momento de la cirugía, que fue muy larga, no le llegó el oxígeno suficiente al cerebro y sufrió un daño irreversible", añadió.
Regina aconsejó a las personas que están pasando situaciones similares. "Le diría que a veces se deje caer, que el amor que siente por su hijo no se va a poner en duda si un día siente que no da más, y que se arme una red de contención. Cuando a Iñaki le pasa algo, marco el teléfono de alguna de mis amigas y ellas se organizan para estar, al igual que mi familia y mamá, que puso manos a la obra desde un principio. También es importante hacerte amiga de otras mamás que están en la misma", aconsejó.
La diseñadora también se permitió una reflexión. "Ser la mamá de Iñaki me sensibilizó, me hizo más humilde y empática. A su lado, aprendí a no engancharme con problemas menores y a reconocer que, más allá del amor que siento por él, la realidad que nos tocó es dura y, por momentos, pesa. Tengo claro que si sólo me dedicara a él, me ahogaría. Por eso, cuido mucho mis espacios y mi trabajo. La responsabilidad que siento es tanta por momentos que me resulta imprescindible ser algo más que 'la mamá de…'", dijo abriendo su corazón.