El orgasmo es una descarga de la tensión muscular en una serie de contracciones rítmicas, es la culminación de una sensación -a veces fugaz- de placer intenso que genera un estado alterado de conciencia. El orgasmo femenino puede tener una duración de tres a quince segundos, mientras que el de los varones suele ser más breve. Hoy que se conmemora su día, hablamos en esta nota de "orgasmear".
Desde la sexología sabemos que en el caso de los varones, sólo pueden tener 1 orgasmo acompañado de eyaculación y luego se debe descansar para volver a excitarse, en cambio, las mujeres pueden tener 1, 2, 3 o más sensaciones orgásmicas en el mismo encuentro, de aquí deviene el término ‘’multiorgásmicas’’.
¿Por qué a las mujeres nos cuesta orgasmear?
Durante los primeros siglos de la historia de Occidente los galenos pensaban que el orgasmo “femenino” era indispensable para la procreación y daban coloridos consejos para que éste se alcanzara, pero los avances de la medicina terminaron por comprobar lo que hoy sabemos: no es necesario que la mujer tenga un orgasmo para que se embarace. Con esta verdad se dio por terminaba la preocupación occidental en torno al placer sexual de las mujeres por ser este “inútil” a los fines reproductivos.
La medicina en sus inicios ha obviado nuestra anatomía y zonas de placer, por ello el primer motivo de no poder tener orgasmos se debe a la falta de conocimiento sobre nuestros propios cuerpos.
El conocimiento del clítoris, como el órgano de placer de las mujeres ha estado silenciado, hoy se sabe que es homólogo al pene en estructuras anatómico-fisiológicas y también se llena de sangre y se erecta ante la excitación. Recién su estructura fue dada a conocer en 1998 por Helen O´ Connell, lo cual denota la invisibilidad del placer femenino. El glande se puede palpar por fuera y el resto de estructuras está por debajo de los labios internos de la vulva y rodeando a la vagina.
¿Cómo podemos sentir placer las mujeres sin conocernos?
Por ello el primer paso es conocernos, luego darnos permiso para tocarnos y explorarnos, y de este modo habilitar la posibilidad del autodescubrimiento.
Desde niñas, las mujeres hemos sido reprendidas ante el intento de estimularnos, por ello no lo tenemos incorporado como posibilidad y necesidad, y no lo hacemos y pasamos nuestra vida sin conocer el placer de nuestros cuerpos.
Se nos enseñó vergüenza y pudor hacía nuestros genitales y hasta culpabilidad hacia el placer propio que nos podemos dar, algunas no pueden hacerlo por miedo, pudor, rechazo o dolor a tocarse directamente los genitales, por ello se pueden utilizar otros elementos para estimulación indirecta.
El modelo de relación sexual “coitocentrista”, esto es pene entra en vagina, suele ser un factor desencadenante de una falta de orgasmo en las mujeres, ya que las mujeres necesitan la estimulación del clítoris para sentir placer y también tiempo para lograr una máxima excitación.
El clítoris es un órgano que necesita ser estimulado, no es un botón que se toca y ya desencadena el máximo placer, necesita tiempo y cada mujer puede hacerlo a su modo.
El orgasmo reduce el estrés
Cuando una persona tiene un orgasmo, las células nerviosas del hipotálamo liberan occitocina al flujo sanguíneo, lo cual está demostrado que los niveles altos de occitocina están relacionados con la baja de estrés. El placer orgásmico es beneficioso para la salud mental de las personas y de la pareja que lo experimenta.
Recordemos que llegar juntos al ORGASMO no suele ser lo más frecuente aunque las películas se encarguen de mostrarnos ese modelo. Cada persona es única y es muy importante que puedan disfrutar juntos, mas allá de que cada uno pueda orgasmear antes que el otro. ¡Acompañemos el disfrute! ¡Felices Orgasmos!
Fuente: Lic. Analía Lilian Pereyra, Sexóloga y Educadora en Sexualidad
IG: @licenciadaanaliapereyra