Nos encontramos en un momento donde parece que el futuro no muestra muchas alternativas, donde las garantías son pocas y lo que se puede llegar a predecir, no dejan de ser conjeturas. Pero en medio de esta incertidumbre, hay una verdad que conviene tener muy presente: son tiempos de acción.
Es fácil caer en la trampa de las promesas vacías, de las expectativas no cumplidas. Es fácil desanimarse y perder el rumbo. Pero aquellos que realmente logran destacarse en estos tiempos turbulentos son aquellos que pasan de las palabras a los hechos.
Son los que entienden que no basta con prometer (o prometerse cosas a sí mismo), sino que se necesita compromiso y trabajo arduo para alcanzar los objetivos.
¿Qué distingue a aquellos que logran hacer realidad sus metas?
En lugar de sentirse abrumados y angustiados por la magnitud de los desafíos que enfrentan, se concentran en acciones concretas y tangibles que pueden realizar en su día a día. Paso a paso.
¿Cómo es esto? De mi casa al consultorio hay 17 Km de distancia que todos los días recorro ida y vuelta. Viajo 17 km de ida y 17 km de vuelta cada día, es así como mi auto sumó 200.000 km, es decir aproximadamente cinco vueltas al planeta tierra. La cuestión está en la constancia, en avanzar, a pesar de que el camino sea lento o sea poco lo que se progresa. Si se va en una dirección definida, siempre se va a estar más cerca de la meta.
Además, aquellos que hacen, comprenden la importancia de la consistencia y la disciplina. "Disciplina" parece hoy una mala palabra, porque se prioriza, muchas veces, el hacer lo que sentís, vivir el momento, sin pensar en el futuro. Sin embargo, esta perspectiva puede llevar a resultados efímeros y a una falta de logros a largo plazo.
La disciplina, clave para la libertad y la posibilidad de alcanzar metas
La disciplina, lejos de ser una restricción, es en realidad la clave para la libertad y la posibilidad de alcanzar metas. Es el compromiso diario con nuestros objetivos lo que nos lleva a alcanzar nuestras metas. Los que entienden esto no solo encuentran un sentido y un propósito, sino que también viven una mayor satisfacción y autorrealización en sus vidas.
En un mundo donde la gratificación instantánea a menudo se sobrevalora, la disciplina es un antídoto que nos permite cultivar la perseverancia y la excelencia. Quienes la practican mo se dejan llevar por el desánimo ante los obstáculos que inevitablemente surgen en el camino. En lugar de rendirse ante la primera dificultad, encuentran soluciones creativas y continúan avanzando, paso a paso, hacia sus objetivos.
La importancia de rodearse de personas con energía positiva
Es importante, también tener presente que no estamos solos en este desafío. A nuestro alrededor, hay personas que cumplen, personas que logran sus metas en medio de los tiempos más desafiantes. Aprender de ellos, rodearse de su energía positiva y su determinación, puede ser una fuente de inspiración y de motivación.
Hay una frase que dice “en tiempos de crisis algunos lloran y otros venden pañuelos”. Esta frase muestra la verdad fundamental de que nuestras acciones y elecciones son las que guían nuestro destino. En lugar de rendirnos al pesimismo y quedarnos quietos, podemos elegir adoptar una mentalidad de acción y manteniendo la vista en nuestros objetivos.
Es fundamental reconocer la importancia de elegir cuidadosamente nuestra compañía si queremos crecer. Cuando estamos llenos de incertidumbre y desafíos, la calidad de las personas que nos rodean puede marcar una diferencia enorme en nuestra capacidad para crecer y prosperar.
Pasar de las palabras a los hechos
Hay quienes simplemente sobreviven, aferrándose a la rutina diaria sin aspirar a más, sin buscar esas oportunidades para crecer. Pero, también están los que eligen vivir una vida de verdad, comprometiéndose con un camino de crecimiento.
En estos tiempos sin promesas y sin expectativas, la clave está en pasar de las palabras a los hechos. Aquellos que logran hacerlo son aquellos que marcan la diferencia, que se destacan en medio de la adversidad. Entonces, la pregunta que conviene hacernos no es qué será del futuro, si no qué podemos hacer hoy para construir el mañana que queremos vivir. Son tiempos de acción. ¿Estamos listos para hacer lo que se necesita?
Por el Dr. Flavio Calvo (MN: 66869), Dr. en psicología, docente, tallerista y autor @calvoflavio
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