Lo dijo Coco Chanel: "Una mujer que se corta el pelo está a punto de cambiar su vida". Es sabido que, por norma general, cuando una mujer cambia algo de su aspecto o de su look es porque ha habido un cambio importante en su propia vida. En la mayor parte de los casos, el fin de un amor, de una relación, provoca en una mujer el fuerte deseo de una revolución y un cambio de imagen. Más que el cambio de corte de pelo o peinado, se esconde la exigencia, la necesidad de sentirse distinta.
Cortarse el pelo o cambiar de color es en muchas ocasiones un claro signo de romper con los sucesos o experiencias vividas en el pasado. Se manifiesta casi más como una necesidad psicológica de la persona que como un puro cambio de imagen estético.
En el caso de Tini Stoessel, la cantante está atravesando un momento muy duro tras anunciar su separación de Rodrigo de Paul. Hace un tiempo que la artista viene mostrando en sus redes sociales sus cambios de look bastante vistosos con respecto a su pelo, usando diferentes tintes: el colorado, morocho, caoba, castaño claro. Y eso puede deberse a muchos motivos, un cambio para transformar su imagen o también para levantar su ánimo demostrando que algo no andaba tan bien en su vida.
Cambios de look ante una separación
Una ruptura amorosa, especialmente si es inesperada o indeseada, es una experiencia desestabilizadora, que puede causar un importante impacto emocional en las personas que la viven.
Cuando sufrimos esta vivencia, los seres humanos necesitamos atravesar por un proceso de duelo, que nos ayudará a adaptarnos progresivamente a nuestra nueva realidad, integrando y aceptando la pérdida sufrida.
A lo largo de este proceso de duelo no nos resulta extraño ver cómo muchas personas recurren a diversas estrategias e inventivas con la esperanza de que les ayuden a hacer la transición. Una de las más frecuentes es hacer un cambio de estética más o menos radical.
De manera coloquial, diríamos que los cambios físicos nos ayudan a hacer “borrón y cuenta nueva”, marcando un antes y un después en nuestro recorrido vital.
Pero ojo, que muchas veces una decisión impulsiva nos puede llevar a una decisión estética desacertada. Un corte equivocado o un color que no nos favorece puede endurecer nuestras facciones y no lograr el objetivo deseado.
Cambio de look del lado psicológico
En los ciclos vitales más caóticos, los peluqueros acaban convirtiéndose en los mejores terapeutas. Diferentes estudio psicológicos observaron cómo se sienten las personas en uno de esos días de "mal pelo" y el resultado no pudo ser más desastroso: inseguridades, autocríticas, bajo rendimiento laboral y malas decisiones.
Las tijeras no cortan los problemas, pero sí pueden satisfacer esa necesidad de verse bien y elevar la autoestima. Un buen corte puede devolver sensualidad, belleza y juventud.