Pampita hizo parte del trabajo de parto en una bañera especialmente adaptada. Juana Repetto tuvo a su bebé, Belisario, en el agua. Por eso, recurrimos a Vicky Seguí, doula certificada y experta en parto acuático ya que cuenta con la capacitación en WaterBirth Education (Water Birth International), para que nos explique en qué consiste y todo lo que tenés que saber para decidirte por este tipo de parto.
"El parto en agua es una “opción“ de nacimiento. Podríamos definir al parto en agua como una opción a un parto suave, aquel vivido en un ambiente de paz, amor y respeto. Principalmente sin ser perturbado, a no ser que sea estrictamente necesario", es lo primero que nos dice.
"Durante miles de años la mujer ha utilizado el agua para facilitar el trabajo de parto y el parto en sí mismo. Siempre que ha habido acceso al agua ligeramente templada, las mujeres se han sumergido, usándola a modo de ritual encontrando un gran alivio y confort dentro de ella.
Si bien a lo largo de la historia hay pocas pruebas concretas de qué culturas antiguas practicaban el parto en agua, hay leyendas que dicen que los antiguos egipcios daban a luz en el agua a ciertos bebes selectos. Estos bebés se convertían en sacerdotes o sacerdotisas", explica Seguí.
Y agrega: "También se dice que los antiguos súbditos del Rey Minos en la isla de Creta, usaban un templo sagrado para partos en agua, observado en su arte, en los frescos, escenas relacionadas.
El primer parto en agua registrado en la modernidad se produjo en Francia en 1803, publicado por un periódico de la sociedad médica francesa".
"Actualmente es una modalidad de nacimiento que se utiliza en muchos países del mundo. Inglaterra, Dinamarca, Suiza, Suecia, Holanda, España, Australia, Japón, Italia, Islandia, Estados Unidos, Brasil, México y Argentina forman parte de la lista donde se aplica esta modalidad. Los expertos dicen que quienes asisten estos partos y están a favor del parto en agua, tienen un gran respeto y reverencia por este proceso. El Dr. Bruce Sutherland de Australia dice que "El parto en agua es una experiencia de nacimiento más espiritual", precisa Seguí.
-¿Qué es lo que ocurre dentro del agua a diferencia de un parto fuera de ella?
-Cuando una mujer en trabajo de parto se relaja en agua templada (entre 32 y 38 grados), libre del peso de la fuerza de la gravedad, con la estimulación sensorial reducida, su cuerpo está menos propenso a emitir hormonas relacionadas con la tensión. Esto permite que su cuerpo produzca naturalmente las hormonas inhibidoras del dolor-endorfinas- para completar la labor de parto en forma suave y tranquila.
Las catecolaminas y la noradrenalina, hormonas segregadas ante el miedo y el estrés, aumentan la presión sanguínea y pueden inhibir o aminorar el progreso del parto. La mujer dentro del agua logra un gran nivel de comodidad que le permite reducir sus niveles de tensión entregándose con mayor facilidad, disminuyendo la percepción del dolor. Cuando su trabajo de parto se vuelve más fácil físicamente, mejora su capacidad de concentración y puede enfocarse mejor en el proceso de dar a luz conectándose íntimamente con su bebé por nacer.
Hay mujeres que usan del agua como hidroterapia para atravesar las contracciones del trabajo de parto y no necesariamente el bebé nace en ese medio, aunque una vez inmersas en una tina especialmente preparada desean quedarse para dar a luz allí dentro.
-¿Cuándo debe la mujer entrar al agua?
-La decisión de entrar al agua se deja en la madre, en cualquier momento que lo desee, que necesite alivio y/o aumentar su estado de relajación. En general cuando las contracciones se hacen más frecuentes, largas y dolorosas, el agua es un excelente recurso para aliviar, pues nos lleva a un estado de relajación máxima. El agua permite la relajación de todos los músculos y tejidos del cuerpo favoreciendo la dilatación el cuello del útero y acortando en tiempo de duración del trabajo de parto. A veces, la mujer, intercala con el agua y los movimientos fuera de ella manteniendo su cuerpo relajado y su mente serena. Recordemos que el agua es un medio para transitar el parto y no un fin para lograrlo.
-¿Cuál debe ser la temperatura del agua?
-La temperatura el agua es importante tener en cuanta, debe rondar entre los 32 grados y máximo 38 grados centígrados, no debe superar esta ultima cifra, en general oscila entre los 34 y los 36 grados centígrados. Se debe mantener a la madre bien hidratada, debe beber líquidos y siempre registrarse la temperatura de ingreso al agua y en la que nació el bebé. El parto en agua es una modalidad segura. Siempre acompañada por profesionales de la salud idóneos y con la certificación habilitante, brindando contención emocional constante para atravesar los momentos intensos, en forma paciente y amorosa y con la capacidad de observar y solo intervenir si es estrictamente necesario.
-¿Cuáles son las ventajas para la mamá y para el bebé?
-El agua ayuda a la mujer a lograr un estado de conciencia en el cual su temor y resistencia disminuyen o desapareen completamente, su cuerpo se relaja permitiendo a su bebé nacer en forma más fácil. Le permite una mayor concentración para con ella misma y el proceso, solo escuchar el ruido del agua y sentir su temperatura las lleva a un estado de entrega y apertura física y mental.
El estado de relajación al que llega por medio del agua y su mente entrenada para lograrlo, hacen que no sea necesario el uso de fármacos como analgesia. Ella misma es capaz de segregar sus propios anestésicos, en la medida que permanezca en calma y en paz. Por lo tanto podemos decir que el parto en agua reduce el uso de fármacos y la experiencia se torna mas instintiva. Ella misma segrega y pone en su torrente sanguíneo el cóctel de hormonas necesarias para atravesar el acto fisiológico del nacimiento.
El agua permite el libre movimiento de la mujer. Los cambios de posturas para facilitar la apertura de espacios internos son más fáciles y rápidos. Tiene la libertad de ponerse en cuclillas, cuatro apoyos, posturas asimétricas o bien sobre un costado para permitir la movilidad de la pelvis y sus articulaciones facilitando el posicionamiento del bebé. También reduce la fatiga y el estrés de los grupos musculares, ahorrando energía. Brinda mayor comodidad, reduce la presión en el abdomen.
Facilita la respiración calma y profunda, clave para oxigenar al útero y al bebé. Como las respuestas corporales de la madre y el bebé están ligadas intrínsecamente, toda la comodidad de la madre que da luz en el agua es transferida al bebé. Las emociones que la madre siente también las percibe el bebé, todas las hormonas que ella segrega son absorbidas por el niño/a. "En un parto controlado médicamente, las drogas u hormonas sintéticas que la madre recibe también las recibe el bebé, si el parto es suave y fácil para la mamá, también lo será para su bebé", asegura Barbara Harper, referente mundial del parto suave en agua.
El pasaje por el canal del nacimiento, proviniendo de un medio líquido a otro liquido le resulta más familiar, sale directamente al agua y es recogido por la mamá. El niño en el agua tiene libertad de movimientos luego de abandonar el cuerpo materno. El agua le resulta gratamente placentera, le brinda seguridad y permite que su sistema corporal se reorganice. El agua mitiga el shock y la sobrecarga sensorial que tan frecuentemente forman parte de los nacimientos. Suele abrir los ojos, permanecer en calma y conectarse con su madre inmediatamente. Las luces y los sonidos son más tenues bajo el agua, incluso el contacto con la piel de su madre resulta más suave ante la presencia del agua.
El mismo elemento –agua- les resulta a ambos seguro y familiar, reconfortante y relajante.
Los bebés no lloran, el pasaje es calmo y reconfortante. Permite más tiempo de apego seguro generando un shot de hormonas que favorecen a ambos.
-¿Cómo es el tema de la episiotomía en el parto acuático?
-Otro gran beneficio del parto el agua es la elasticidad que el agua proporciona a los tejidos del periné. Esto permite que los músculos del suelo pélvico se ablanden por efecto del agua tibia, permitiendo que se abran más fácilmente para dejar atravesar la cabeza del bebe reduciendo los desgarros y la necesidad de episiotomía. Manteniendo el periné intacto. En general en el parto en agua el pujo NO es dirigido, la mamá se guía por los impulsos de su cuerpo y va acompañado suavemente a su bebé desplegando los tejidos y músculos para dar paso a la cabecita. Por lo tanto el parto en agua reduce las intervenciones en el suelo pélvico.
-¿Existen riesgos para el bebé?
-La pregunta más habitual es cuándo respira el bebé. Cuando está dentro del útero no tiene contacto con la atmósfera y no necesita respirar. Él recibe el aporte de oxígeno por el cordón umbilical. Hasta que la piel del recién nacido no entra en contacto con el aire no comienza el complejo proceso fisiológico que ocasiona el comienzo de la respiración. Se cree que el cambio de presión y temperatura percibido por boca y nariz dispara el mecanismo de la respiración. Durante los primeros segundos después del parto, cuando el recién nacido está dentro del agua no puede empezar a respirar y continúa recibiendo oxígeno de su madre a través del cordón umbilical. Esto es parte de la transición apacible que proporciona el parto agua. No hay urgencia en levantar al bebé una vez salido del cuerpo de la madre, pero no se recomienda mantener al bebe bajo el agua más que unos momentos.
El bebé recibe los controles necesarios mientras la madre está sumergida en el agua. Durante todo el proceso es monitoreado en forma intermitente por la partera para ver su evolución y su frecuencia cardíaca. Si aparece alguna variación muchas veces se le pide a la mamá cambiar de posición y se remedia fácilmente la situación. La libertad de movimiento es clave y el agua ofrece esa posibilidad.
-¿Existe alguna contraindicación?
-Existen contraindicaciones para este tipo de nacimientos, algunas a considerar son: la presencia del meconio espeso, frecuencia cardíaca del bebé preocupante, sangrado vaginal excesivo, fiebre materna, pre eclampsia moderada o severa, infecciones en la piel no tratadas. Bebé prematuro, cualquier patología o embarazo de alto riesgo. Muchas se preguntan si puede ser que la madre tenga infección en el agua: la única y principal precaución que hay que tomar es que el agua esté limpia. Según describe Bárbara Harper en su libro "Opciones para un parto suave", durante la labor de parto todo se mueve hacia abajo y hacia afuera, el bebé desciende por el canal del nacimiento. No tiene sentido que las bacterias del agua suban hacia el útero, de echo la concentración de bacterias que están dentro y alrededor de la vagina se diluyen con el agua disminuyendo la posibilidad de infección.
Surge también la pregunta: ¿Se debe expulsar la placenta en el agua? Según describe Bárbara Harper, los médicos están divididos en cuanto a este tema. Algunos permiten a la mujer dar a luz a su placenta dentro del agua y otros le piden se incorpore y salga del agua para realizarlo. Aquellos que permiten expulsar la placenta aún sumergidas informan a la mujer que es seguro y no tiene efectos colaterales. En caso de ser así, el cordón umbilical no se corta hasta que la placenta este totalmente afuera del cuerpo de la madre. En caso de alumbrar fuera del agua muchas regresan a ella junto con el bebé para brindarle ese primer contacto piel con piel dentro de la tibieza y calidez que ofrece el agua.
-El parto acuático es una elección que estamos escuchando en muchas famosas últimamente y entiendo que cada vez son más las clínicas que ofrecen esta alternativa. ¿Creés que es una moda o quedará instalado para siempre?
-Estamos frente a un cambio de paradigma, mujeres despiertas que buscan ser protagonistas de sus historias de parto, de tener el control de su cuerpo, de tomar decisiones informadas e ir en busca del experiencias únicas y satisfactorias. El parto en agua es un modelo de nacimiento en países avanzados del mundo, inclusive dentro de hospitales públicos, donde las unidades de trabajo de parto constan de piletas apropiadas para la hidroterapia durante el trabajo de parto y si la mujer desea dar a luz allí dentro puede hacerlo.
En el año 2018, en la Argentina y a nivel institucional, comenzó esta inquietud de la mano del equipo del Programa de Parto Saludable Sin Intervención (PSSI) del Hospital Austral, que convocó a Bárbara Harper, referente a nivel mundial, para brindar la primer capacitación y certificación de parto en agua, avalado por la American College of Obstetricians and Gynecologists. Creo es el inicio de un camino para realizar cambios profundos dentro del sistema de salud y poder brindar a la mujer la opción de un parto suave y calmo. Todas tiene el derecho de dar a luz a sus hijos en forma suave y amorosamente cuidada.
-Imagino que el hecho de que famosas elijan esta práctica hace que más mujeres quieran lo mismo, como el tema del parto respetado. En los últimos años han cambiado mucho estas cuestiones para mejor. ¿Cómo ves estos cambios?
-Todos los nacimientos deben ser respetados, sin importar lugar y condición. Es un momento trascendente en la vida que deja huellas imborrables. Toda mujer que va a dar a luz necesita sus tiempos y cuidados de la misma forma que los requiere su bebé, paciencia, respeto y dedicación son condimentos infaltables en un nacimiento. Estamos en un proceso de cambios, lento, pero cambios la fin. Las mujeres más despiertas e informadas que buscan vivir experiencias siendo protagonistas, ellas y sus bebés. Leen, hacen casting de obstetras, establecen sus preferencias del parto para poder elegir quien las acompañe dentro del sistema privado, en la experiencia única de su maternidad.
Esto debería trasladarse a la atención pública, buscando modelos asistenciales en hospitales de otros países para poder implementar la hidroterapia durante el trabajo de parto o el parto en agua como una opción y hacer de la única oportunidad que tenemos para parir y nacer una experiencia satisfactoria. Los cambios son positivos si acompañan los deseos y necesidades de las familias.
Asesoramiento: Prof: Vicky Seguí, WaterBirth Education (Water Birth International), Doula Certificada (CD)DONA, HypnoBirthing Chilbirth Educator (HBCE).