Cada 13 de junio se celebra el Día Mundial del Cáncer de Piel, un día destinado a concientizar sobre la importancia del cuidado de la piel y la prevención del cáncer de piel, especialmente el melanoma, el tipo más agresivo cuya prevalencia sigue en aumento en personas cada vez más jóvenes a nivel mundial, y el carcinoma basocelular, el de mayor incidencia, con una gran morbilidad.
La piel es el órgano más visible y tangible, y refleja tanto nuestros estados de ánimo como procesos fisiológicos. Sin embargo, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) arrojan que el cáncer de piel es uno de los cánceres más comunes en 2020, con 1,2 millones de casos.
Más recientemente, la American Cancer Society reportó que se diagnostican aproximadamente 5,4 millones de casos de cáncer de piel no melanoma en los Estados Unidos cada año, lo que subraya la magnitud del problema a nivel global. Este alarmante número subraya la importancia de la concientización y el diagnóstico temprano para combatir esta enfermedad.
Tipos de cáncer de piel
El carcinoma basocelular, el más común en el mundo, se desarrolla en las células basales de la piel y se manifiesta por medio de lesiones que no cicatrizan, sangran espontáneamente o frente al mínimo trauma. La exposición al sol es su principal causa.
El carcinoma espinocelular afecta a las células queratinizantes de la piel. Incluye tipos como el carcinoma espinocelular in situ, que se encuentra en la capa superficial de la piel y es fácil de tratar, y el carcinoma espinocelular indiferenciado, más agresivo, también relacionado en gran parte al daño solar.
El melanoma, el tipo más agresivo y potencialmente mortal de cáncer de piel, se origina en los melanocitos, las células productoras de pigmento. Puede desarrollarse tanto en áreas expuestas al sol como en áreas no expuestas.
Detectar el melanoma en sus etapas iniciales es fundamental para un pronóstico favorable. Es importante vigilar los cambios en los lunares o en la apariencia de la piel y consultar a un especialista si se observan alteraciones sospechosas.
Factores de riesgo como la exposición excesiva al sol, antecedentes familiares de melanoma y tener piel clara aumentan la probabilidad de desarrollarlo.
Según la Skin Cancer Foundation, las tasas de melanoma han aumentado un 47% en los últimos 10 años, lo que refuerza la necesidad de una detección temprana y medidas preventivas eficaces.
Prevención y tratamientos
La prevención es clave ante el aumento de la incidencia del cáncer de piel a nivel mundial. Cuidar adecuadamente la piel, estar atentos a señales de alerta, conocer nuestro cuerpo y proteger nuestra piel de los daños solares mediante el uso de protector solar es esencial.
Además, un chequeo anual con un dermatólogo especialista permite detectar lesiones pretumorales y mejorar el pronóstico al eliminarlas.
Dependiendo del diagnóstico, existen tratamientos tópicos y quirúrgicos para cada tipo de cáncer de piel. Dentro del ámbito quirúrgico, destacan dos enfoques principales: la cirugía convencional y la cirugía micrográfica de Mohs.
La elección del enfoque quirúrgico dependerá del tipo de cáncer de piel y de las características específicas de cada paciente.
Cirugía de Mohs: La técnica más efectiva contra el cáncer de piel
La cirugía de Mohs es una técnica dermatológica sumamente eficaz e innovadora para tratar el cáncer de piel, alcanzando una tasa de curación del 99% y preservando la mayor cantidad de tejido sano, lo que facilita la reconstrucción posterior.
Este procedimiento permite examinar el 100% de los márgenes de la lesión durante la cirugía, haciéndola más efectiva que las técnicas tradicionales.
Indicada para casos de cáncer de piel de alto riesgo, lse destaca dentro de la cirugía dermatológica, que también aborda tumores benignos, quistes, lunares y cicatrices anómalas. La mayoría de estas intervenciones son ambulatorias y bien toleradas por pacientes de todas las edades.
El equipo médico puede incluir dermatólogos, oftalmólogos, cirujanos plásticos o de cabeza y cuello para asegurar los mejores resultados.
Este procedimiento permite la extirpación completa de tumores complejos de la piel, y se considera un indicador de calidad en oncología cutánea. Es justo decir que ha revolucionado el tratamiento del cáncer de piel, ofreciendo una alta tasa de curación con mínima conservación de tejido sano.
En este marco, es una herramienta crucial y recomendada para ser realizada por un especialista en dermatología.
El Día Mundial del Cáncer de Piel nos recuerda la importancia de la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado.
Cuidar la piel, protegerse de la radiación solar y consultar regularmente con un dermatólogo especialista nos permite reducir el impacto de esta enfermedad y asegurar un diagnóstico y tratamiento adecuados para todos los tipos de tumores cutáneos malignos.
Fuente: Leisa Molinari (M.N° 116.628). Médica dermatóloga especialista en Cáncer de piel y Cirugía micrográfica de Mohs. Fundadora del Centro Médico de la Piel y miembro de numerosas sociedades científicas nacionales e internacionales / @dra.leisamolinari
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