Hoy en día, los ácidos son los activos más eficaces en cosmética. Para saber cuál es el que debés utilizar, siempre tenés que realizar una consulta con un especialista en dermatología o cosmiatría que sean profesionales idóneos y de tu confianza.
Cada uno de ellos tiene una función precisa y también ciertas contraindicaciones. Su efectividad puede tener que ver con su concentración, que no será la misma en un producto recetado por un dermatólogo (donde será mayor y por eso es fundamental que determine cómo y cuándo te lo apliques) que en otro que te recomiende tu cosmiatra, que será en un porcentaje menor.
Ácido retinoico, potencia antiage
En altas dosis se aplica sólo bajo control médico. En cosmética se trabaja con una variante, el retinol, que es diez veces menos potente pero también mucho más tolerable. “Es un activo con una función antioxidante y antiinflamatoria, y previene la degradación del colágeno”, explica la doctora Josefina Royo de la Torre, especialista en dermatología.
Ácido salicílico, controlador del acné
Forma parte del grupo de los betahidroxiácidos (BHA) y se emplea en peelings para controlar el exceso de secreción de sebo en pieles muy grasas o con acné. “Actúa como seborregulador, antibacteriano y antiinflamatorio. Tiene efecto exfoliante y produce una limpieza profunda de los poros. Si su concentración es superior al 2%, recomiendo una aplicación diaria”, puntualiza la especialista. Puede producir sequedad por lo que no es recomendable mezclarlo con el retinol.
Ácido hialurónico, hidratación profunda
Es uno de los componentes que la piel posee naturalmente, que tiene por función mantenerla tersa y elástica, gracias a su capacidad para retener agua. También es uno de los componentes más usados en los productos cosméticos, desde cremas hasta tratamientos capilares. Si se combina con otras sustancias, se multiplican sus efectos, como con vitamina C para uso diurno y retinol, por la noche.
Ácido glicólico, renovador celular
Si tu piel necesita renovación, este alfahidroxiácido de origen natural tiene una gran capacidad regeneradora. Como recuerda la doctora Mar Lázaro, su uso continuado hidrata la piel, favorece la renovación celular, y estimula el colágeno y la elastina. Aplica estos tratamientos por la noche y con cuidado, que no es el más indicado para pieles reactivas y sensibles.
Ácido azelaico, potente despigmentante
Es uno de los ácidos más eficaces en el tratamiento de las manchas porque, como señala la doctora Royo de la Torre, reduce la melanogénesis epidérmica. “Hay cosméticos que lo incluyen en una concentración del 20%, debido a su efecto despigmentante. Se emplea para renovar las capas superficiales de la piel”, explica. Se debe utilizar, como máximo, dos veces al día, ya que puede producir picazón y sensación de quemazón. No es conveniente combinarlo con otros productos que contengan sustancias como el ácido salicílico, el retinol o el peróxido de benzoilo.
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