Aportan brillo, dinamismo y alegría, pero también volumen y luz. Así se aplican los colores flúo en la deco y la llenan de energía.
Los colores flúo pasaron de las pasarelas a la deco y será para quedarse un tiempo largo. La tendencia de los ´80 volvió con fuerza -como el regreso del terciopelo- y no es difícil entender por qué en estos tiempos en los que la búsqueda de símbolos de vitalidad y energía son tan solicitados.
Los colores flúo tienen el patrimonio de encender cualquier espacio en el que aparecen por ser vitales y efervescentes por naturaleza. Tienen alta vibración que imprimen en cualquier espacio que intervienen.
Cómo aplicar los tonos flúo y neón en la casa
Los tonos neón (o fluorescentes) irradian una luminosidad cautivante, especialmente por el hecho de que nacen de unos pigmentos que reflejan la luz.
Los más usados son los amarillos, los verdes, los azules, los fucsias y los naranjas, y lo ideal es combinarlos entre sí. Pero cuidado: es mejor no usar en un mismo lugar más de tres tonos.
Como todos los colores shocking hay que aplicarlos con medida y mucha cautela para no excederse ni saturar a la vista.
Colores fluorescentes: más luz y dinámica en la casa
Aplicado en las habitaciones de los chicos, estos colores logran transmitir alegría y energía. A ellos les encantan. Podés probar aplicándolo en pequeñas dosis o a través de vinilos u objetos que se puedan remover después.
Una de las virtudes que tienen es que al ser tan vibrantes hacen que los ambientes que no tienen tanta luz se vuelvan más luminosos.
En un espacio más sobrio cualquier pieza flúo va a llevarse el protagonismo y destacarse sobre el resto. Asegura también el toque justo de dinamismo.
Ideas para combinar los colores flúo con otras tonalidades
Pintar una puerta o los marcos de la ventana en uno de estos tonos aporta volumen y un detalle de color importante. Y con el blanco se lleva de maravillas. Lo resalta y amplifica.
Destacar una escalera en estos tonos moderniza por completo un lugar.
Y con los tonos pasteles, como el rosa, forman una dupla increíble.
Pero no hay reglas, el flúo convoca a ensayar y experimentar para lograr el tono justo. ¿Te animás a probarlo?
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